¿Cómo elegir el nombre del bebé?

Más allá de los gustos personales, el nombre de una persona puede llegar a condicionar qué y cómo será en el futuro

Madrid, a 28 de septiembre de 2017.- Cuando recibimos la noticia de que pronto llegará una nueva vida al mundo, como padres quizás tengamos sentimientos encontrados. Y es natural, ya que se acerca el momento de tomar determinadas decisiones importantes, algunas de ellas mucho, porque afectarán a nuestro hijo o hija por el resto de su vida. Una de estas es el nombre que le pondremos y que incluso puede condicionar lo que llegará a ser algún día. Por ello, veamos algunos consejos para tomar una buena decisión.

Lo primero: la decisión es vuestra

Hay miles, millones de nombres entre los que elegir el de vuestro hijo. Y además, por si fuera poco los amigos y familiares querrán tener su grado de influencia en esta elección. No está mal consultar o valorar otras opciones, pero es importante tener claro que son los padres, y nadie más, los que tienen la última palabra en este sentido. Un “no” puede ser algo difícil, pero necesario muchas veces.

Por eso, lo primero que tienes que hacer es comentar con tu pareja cuáles son los nombres que más te gustan. Y que ella haga lo mismo también. Puede que os sorprenda saber que algunas de las opciones están en ambas listas, así que podréis empezar por unificar este criterio.

¿Qué significa el nombre?

Es posible que saber el origen de un nombre no haga que trates a la persona que lo lleva de forma diferente, pero nunca está de más echar un vistazo al significado de los nombres cuando estás buscando el de tu bebé. En significadosdenombres.net encontrarás prácticamente todos los nombres que se te pueden pasar por la cabeza, para ver de dónde viene y cuál es el significado inicial de este. Quizás así puedas ir descartando opciones y decidir mejor.

¿Nombre único o nombre compuesto?

Posiblemente esta sea una de las cosas más necesarias de aclarar. Puede que un solo nombre sepa a poco, mientras que poner uno compuesto suene demasiado rimbombante. Además, hay que analizar muy bien esta cuestión, sobre todo si es compuesto, porque a menudo se pone como segundo nombre el que más nos gusta, pero al final se acaba utilizando el primero. No es lo mismo colocar un María o un José delante o detrás, tenlo por seguro.

¿Cómo va a sonar el nombre al completo?

Puede parecer una tontería, pero la pronunciación completa del nombre y los apellidos a veces puede llevar a burlas y todo tipo de chistes. Teniendo en cuenta que durante la infancia se forja el carácter y muchas de las características que se desarrollarán en la edad adulta, no conviene dejar que el nombre de la criatura se convierta en un chiste. Por ello, no mires solo el nombre que te gustaría ponerle, sino también cómo queda unido a los apellidos. Por ejemplo, si el primer apellido es Melo, ni se te ocurra llamar Débora a tu hija.

Reflejar la herencia cultural

A menudo se tienen en cuenta los orígenes de los padres para definir el nombre. Una buena forma de mantener hasta cierto grado la esencia de una cultura, sobre todo si vives en un país diferente al tuyo.

Sin embargo, puede ser un tanto peligroso según qué nombre se haya elegido. Hay quien se llama igual que un asesino famoso o un personaje conocido por su radicalismo, y les encantaría que sus padres les hubieran puesto otro nombre. Aunque hasta cierto grado esto es algo que se escapa de nuestro control.

El nombre que nos ponen al nacer puede ser una auténtica bendición o un estigma. Así que piensa muy bien cuál será el que pongas a tu bebé si lo estás esperando. O mejor aún, tenlo pensado por si acaso llega la noticia.

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Autor: Pedro Fernández

Empresa: OlimpoMarketing