Barcelona, 22 de noviembre de 2013.- La Universitat Internacional de Catalunya (UIC) ha decidido equiparar el uso de los cigarrillos electrónicos en sus instalaciones a la normativa sobre los cigarrillos tradicionales que existe por Ley. En ese sentido, la UIC limitará el uso de estos dispositivos en sus campus y se suma, de esta manera, a los posicionamientos que están tomando al respecto diversas instituciones públicas y centros sanitarios.
La UIC entiende que "el uso de estos dispositivos en los lugares donde está prohibido fumar puede causar confusión, debido a la similitud con los cigarrillos tradicionales. Además, puede comprometer la situación de acabar con el consumo de tabaco en el interior de los centros de trabajos y espacios públicos que habíamos conseguido en la última década. Consideramos que usar estos dispositivos en las instalaciones de la universidad es dar un paso atrás en las políticas de control del tabaquismo", tal y como manifiesta el Dr. José M. Martínez-Sánchez, responsable del área de Bioestadística de la UIC y epidemiólogo del Institut Català d'Oncologia (ICO).
De acuerdo con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la UIC admite que falta evidencia científica sobre los beneficios de los cigarrillos electrónicos para reducir el consumo o para dejar de fumar, así como sobre su seguridad. El único ensayo clínico publicado hasta la fecha, en la revista The Lancet, mostraba que el 7,3% de los que utilizaron los cigarrillos electrónicos con nicotina para dejar de fumar se mantenían abstinentes a los 6 meses, frente al 5,8% que utilizaron parches con nicotina y el 4,1% que utilizaron cigarrillos electrónicos sin nicotina. "La evidencia todavía es limitada y actualmente la comunidad científica debate sobre su posible utilidad para dejar de fumar y sus posibles efectos adversos", comenta el Dr. Martínez-Sánchez, que precisamente está liderando un estudio con biomarcador sobre los patrones de uso de los cigarrillos electrónicos en la ciudad de Barcelona. Por otro lado, los estudios sobre la seguridad y toxicidad de los cigarrillos electrónicos también son escasos y muestran una alta variabilidad entre y dentro de las diferentes marcas, lo que sugiere un control de calidad insuficiente.
"Como universidad, entendemos que tenemos un deber con la sociedad y, en este sentido, apostamos por un campus saludable donde se promueva la prevención y promoción de la salud, facilitando la investigación acerca de estas cuestiones, por el bien de la sociedad y desde el compromiso y la responsabilidad que tenemos como centro educativo", tal y como ha manifestado al respecto la Dra. Belén Zárate, vicerrectora de Comunidad Universitaria de la UIC. Precisamente, la UIC acaba de incorporarse a la Red Española de Universidades Saludables (REUS).
Sobre la UIC.
La Universitat Internacional de Catalunya (UIC) nació en 1997 con el objetivo de ofrecer una formación integral de calidad y promover la investigación para ponerla al servicio de la sociedad. Ligada al mundo empresarial y con un marcado carácter internacional, imparte 14 grados y más de un centenar de postgrados en sus dos campus, situados en Barcelona y Sant Cugat del Vallès. El Campus Sant Cugat acoge la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, desde donde se imparten los grados en Medicina, Enfermería y Fisioterapia, y la Facultad de Odontología, donde se imparte el grado en Odontología.
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Elena Castellarnau.
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