VALENCIA 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) presentó hoy un estudio en una tienda de muebles con el objetivo de conocer, mediante técnicas de ingeniería emocional, "cómo se puede mejorar la experiencia de compra". En concreto, se trata de "medir la emoción de los compradores y evaluar el impacto de la utilización de nuevas tecnologías", según informaron en un comunicado fuentes del IBV.
El proyecto se ha llevado a cabo en la tienda 'Loft' de la capital valenciana, y está financiado por el Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa (Impiva) dentro del marco del Programa 'Cheque Innovación 2008'. La ayuda obtenida está co-financiada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
En concreto, fuentes de este instituto tecnológico señalaron que han instalado en 'Loft' un stand con una pantalla de visualización de imágenes en tres dimensiones (3D), "donde los clientes pueden conocer y evaluar diferentes entornos con muebles que están en la tienda, así como estancias diseñadas digitalmente que permiten variar las tonalidades de los muebles o de las paredes", indicaron.
De esta manera, el cliente podrá ver después las estancias instaladas en la tienda y responderá a un cuestionario de evaluación de las emociones. En este cuestionario, el usuario valorará tres tipos de estancias; por un lado, verá cuatro espacios reales montados en la tienda, que corresponden a la cocina, el dormitorio y dos salones.
Por otro lado, el cliente podrá ver fotografías en 3D de estas estancias; en tercer lugar, el usuario podrá visualizar también ocho imágenes digitales diseñadas por el IBV. "Estas imágenes digitalizadas también se presentarán en formato estereoscópico (3D), que permitirá realizar variaciones de un mismo entorno, así como modificar la luz, el acabado de los muebles, los colores de los tapizados o los acabados de pared", explicaron desde el IBV.
La directora de Diseño Orientado a las Personas del IBV, María José Such, señaló que el objetivo de este proyecto es la "evaluación del impacto que tiene la introducción de un dispositivo de última tecnología en un comercio de distribución de mobiliario del hogar sobre la percepción del usuario".
Such también explicó que el IBV "busca mejorar la experiencia de compra". Por este motivo, el Instituto quiere "confirmar" que a través de la introducción de "dispositivos de última tecnología en comercios representados por marcas asociadas a valores tales como la vanguardia o la exclusividad mejora dicha experiencia", añadió.
Además, la medida de la variación en la percepción del usuario, al evaluar la tienda sin este dispositivo y con él, "permitirá determinar el incremento de mejora obtenido en la experiencia de compra", indicaron desde el IBV.
Desde el instituto tecnológico también definieron el concepto de 'experiencia de compra', como "el conjunto de estímulos relativos a la marca que recibe el cliente, en todos los puntos de contacto que tiene con una empresa". Así, en el ámbito del establecimiento de distribución de producto, "este planteamiento implica que el usuario debe percibir los valores de la marca de la empresa, tanto en el producto, como en el entorno", indicaron.
Este estudio se enmarca en la línea de actividad que el IBV despliega en torno a la Ingeniería Emocional, "área de conocimiento que va más allá de las emociones que provoca un determinado diseño y pretende llegar a entender por qué el producto provoca dichas emociones para, a partir de ahí, emitir recomendaciones y criterios de diseño en cualquier fase del proceso de desarrollo de un producto o servicio orientado a las personas", explicaron.
De esta manera, conocer la valoración de los clientes de estancias reales y de las fotos en 3D "permitirá determinar si la pantalla mejora la percepción de la marca 'Loft' que tienen los usuarios, y por tanto si mejora su experiencia de compra", añadieron. Por otro lado, también señalaron que este estudio "permitirá saber si mejora la percepción de determinados términos emocionales que son claves en la intención de compra".
Los resultados del experimento, que durará dos semanas "permitirán también conocer qué aspectos resultan más atractivos a los compradores e integrarlos en el diseño de la tienda". De esta manera, se solicitará la "colaboración" de los clientes para conocer su opinión al respecto.