Los ángeles músicos de València se hacen novela en la nueva obra de Lucía Sabater

Archivo - Ángeles Músicos De La Catedral De Valncia (archivo)
Archivo - Ángeles Músicos De La Catedral De Valncia (archivo) - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: sábado, 29 mayo 2021 12:17

VALNCIA, XX (EUROPA PRESS)

   La escritora Lucía Sabater se adentra en la Valncia del siglo XV, una ciudad llena de "secretos y riqueza" en su nueva novela, 'El pintor de ángeles' (Olé libros), una obra que combina la historia y la acción y que se inspira en las pinturas renacentistas de Francisco Pagano y Pablo de San Leocadio descubiertas en la Catedral de la ciudad del Turia.

   La autora explica a Europa Press que la idea de este libro surge de su fascinación por los ángeles músicos de la Seo, que salieron a la luz en 2004 y a los que "ha seguido el rastro desde entonces".

   "Empecé a investigar sobre su origen y me di cuenta de que detrás de esos ángeles había mucho misterio y una buena historia. El detonante fue una pregunta que me hice: ¿cómo debió de sentirse la sociedad valenciana cuando vio por primera vez unas pinturas renacentistas y lo que el Renacimiento representaba, pues encaminaba al Humanismo?. No olvidemos que el estilo reinante aquí era el gótico-flamenco".

   Se entrevistó entonces con la exresponsable del Institut de Conservació i Restauració, Carmen Pérez, quien fue "muy amable" contestando las preguntas que planteó, "aunque no despejó las dudas respecto a la reacción de la población".

   "Ahí tuve que tirar de mí imaginación y ponerme en la cabeza de algunos personajes del clero, pintores o la misma realeza, que en ese momento era Fernando de Aragón e Isabel de Castilla. Empecé a hacer el doctorado en Historia del Arte por si la universidad me daba respuestas, pero al final, el oficio de escritora me dio la respuesta", asevera.

   El resultado es una trama en la que las pinturas inspiran la muerte de unos niños, lo que provoca que el inquisidor general, fray Tomás de Torquemada, encargue al dominico Alonso la difícil tarea de resolverlos. El destino hará que en su camino se cruce Guerau, un aprendiz de pintor de retablos. La mirada inocente de este joven artista muestra los cambios sufridos por la sociedad valenciana de la época.

   La obra mezcla historia, acción y suspense. Sabater señala que la sociedad actual está "muy estimulada por todas partes y se basa en el impacto visual". "Las novelas son cada vez más rápidas, con más estímulos. El público nuevo es de mensajes cortos y contundentes, aunque espero que no se sacrifique la buena literatura, el deleite de la palabra porque sí, los textos con fundamento y no solo acción", confía.

   En este sentido, apunta que en 'El pintor de ángeles' ha intentado incluir "momentos de recreo con imágenes poéticas, seguidos de mucha acción y sobre todo que tenga mensaje, no solo acción por acción".

   Todos los acontecimientos se suceden en una Valncia "con grandes secretos y riqueza". "Tuvo un siglo dorado, que fue el XV, en el que se construyeron un montón de monumentos, donde los pintores de otros lugares acudían a buscar fortuna, el comercio estaba en auge, la población crecía y la riqueza era patente en sus obras civiles y eclesiásticas".

   "También tuvimos un gran benefactor como Rodrigo de Borja, que llegó a ser papa a finales de siglo, y ya antes ayudó a muchos valencianos a prosperar porque era un personaje muy culto y sibarita en el arte. A este hombre le debemos los frescos de los ángeles músicos de la catedral y otras obras en sus palacios. Es posible que aún queden bellezas por descubrir debajo de algún estuco, lo difícil es que se mantengan en buenas condiciones", agrega.

DISCURSOS INTOLERANTES

   Sobre el papel de la Inquisición y la reflexión sobre el fanatismo que contiene el relato, la novelista hace notar que "los discursos intolerantes han existido siempre, pero ahora lo que pasa es que llegan a más gente y hay gran variedad de ellos".

   Reconoce que desde hace "unos años" detecta "una crispación en la sociedad que hacía tiempo que no sucedía" y a lo achaca a que "se juzga demasiado". "Deberíamos dejar que cada uno saque sus propias conclusiones sin imponer una verdad", opina.