La Generalitat recupera las pinturas murales de la Capilla del Cementerio de Bocairent (Valencia)

Pinturas Murales De La Capilla Del Cementerio De Bocairent
GVA
Actualizado: lunes, 27 agosto 2012 17:30

VALENCIA, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los trabajos de restauración de las pinturas murales de las pechinas y cúpula de la Capilla de la Tercera Orden Franciscana del antiguo convento de San Bernardino de Bocairent han llegado a su fin, tras tres meses de intenso trabajo en ellas por parte de los técnicos del Instituto Valenciano de Conservación y de Restauración de Bienes Culturales (IVC+r) de la Conselleria de Turismo, Cultura y Deporte, según ha indicado la Generalitat en un comunicado.

Las pinturas han sido restauradas por el IVC+r gracias a una subvención de la Diputación de Valencia que ha recibido la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Bocairent.

La capilla formaba parte del complejo cenobítico del convento franciscano de san Bernardino, que tras la desamortización de 1835 fue demolido para construir en él el actual cementerio, con lo que quedó únicamente de aquel conjunto una de las capillas. Ésta conserva unas pinturas murales "muy interesantes".

Por una parte, en las pechinas están pintados cuatro santos de la orden franciscana o vinculados a ésta (san Luis rey de Francia, santa Isabel de Portugal, santa Isabel de Hungría, y san Roque) inscritos en unos medallones ovalados enmarcados por motivos ornamentales de tarjas, rocallas, mascarones y putti de un claro sentido barroquizante.

En la intersección de las plementerías de la falsa cúpula se encuentran las imágenes de san Francisco de Asís y santo Domingo de Guzmán iluminados por el ojo divino o trinitario, dicho óvalo está igualmente decorado con motivos de tarjas y rodeado todo él por el cordón franciscano y coronado por el escudo de la Orden Tercera Franciscana.

Las pinturas presentaban, además de los deterioros típicos por la filtración de aguas pluviales y la humedad, una importante capa de goma laca que no sólo provocaba una alteración cromática considerable de éstas, sino que potenciaba los efectos negativos de la humedad acumulada en la zona de las pechinas y dificultaba su identificación.

Completada la fase conservativa en la que se ha realizado la eliminación de eflorescencias salinas y consolidación de morteros y grietas, se ha abordado la limpieza de las pinturas murales, que ha constado de varias fases (limpieza superficial del polvo, eliminación de la capa gruesa de goma laca y la eliminación de una segunda capa de goma laca más fina, pero más envejecida y adherida a la pintura). Finalmente se ha recuperado el cromatismo original, lo que convierte esta obra en una de las piezas más singulares de la pintura mural valenciana.