VALENCIA 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat (MuVIM), clausurará el próximo domingo 2 de septiembre la exposición 'Revistas y guerra. 1936- 1939', que recoge algunos de los ejemplos más representativos de las revistas, carteles y folletos de la Guerra Civil que se convirtieron en los "disparos desde el muro y en auténticos laboratorios de la propaganda en tiempos de guerra", según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Diputación.
La exposición, abierta desde el pasado 20 de julio, muestra "la heterogeneidad y cantidad de revistas" que se publicaron tanto en la zona republicana como en la de los sublevados, así como "la alta calidad de los artistas" que trabajaron en ellas, a través de 300 piezas, entre folletos, carteles y revistas, clasificadas por una localización geográfica aproximada.
De este modo, Revistas y guerra. 1936- 1939 ofrecerá, hasta el próximo domingo, "una oportunidad única para analizar la creatividad de los autores en las revistas españolas durante la Guerra Civil, mediante una mirada a las interrelaciones entre arte, propaganda, política y guerra a través de la complejidad visual de estas publicaciones durante la contienda", explicaron.
Así, la exposición recoge desde la publicación de dibujos, fotografías o montajes propios, hasta la apropiación de imágenes, procedentes de la industria de la propaganda política de la Unión Soviética, ya que los artistas usaron las revistas "no sólo en un sentido extenso, como medios de propaganda, sino también como lugar de experimentación y comprobación de sus propias propuestas y experiencias", apuntaron.
Precisamente en esas revistas se dieron cita escritores, artistas plásticos, fotógrafos y tipógrafos, comprometidos con una actividad creadora esencialmente experimental, con gran variedad de fuentes y estilos. Además, colaboraron muchos de los autores de famosos carteles mediante dibujos, fotografías, fotomontajes o diseños tipográficos. Así, destacaron nombres como Josep Renau, José Bardesano, Manuel Monleón, Carlos Sáenz de Tejada, Jalón Ángel y "otros artistas desconocidos que tan sólo intervinieron en los medios impresos durante la Guerra Civil, en especial en las revistas".
Por otro lado, las mismas fuentes explicaron que el estudio de la contribución que unos y otros hicieron al desarrollo de las técnicas de propaganda durante los años de la guerra, permite analizar las relaciones entre arte y propaganda bajo nuevas luces. "La presencia de ideas artísticas o de la visión polémica de los artistas, subyace en el complejo entramado de relaciones que generan las propias publicaciones, como sus editores, el lugar de publicación, o el momento", señalaron.
Las imágenes circulan y se repiten de modo que se mezclan visiones de los momentos más trágicos de la guerra con otras de moda, espectáculos, ocio o humor. Por eso, según aseguraron en la muestra "sorprende la yuxtaposición entre los aspectos más terribles de la guerra y los más banales de la vida cotidiana, así como la calidad de algunas revistas cuya riqueza y variedad contrasta con la escasez de materiales y recursos entre los que discurría la vida diaria".
En este sentido, la exposición "desafía cualquier interpretación monolítica" de la situación cultural y social del tiempo de la guerra con unas revistas que suponen "el medio más importante de propaganda durante aquellos años y a las que nunca se les ha dedicado una exposición o un estudio de conjunto", añadieron. El gobierno republicano mantuvo el control de Madrid, Barcelona y Valencia durante la mayor parte del transcurso de la guerra. La insurgencia militar liderada por el General Francisco Franco se hizo con Sevilla, Burgos, Málaga, Palma de Mallorca, La Coruña, Pamplona, Salamanca y San Sebastián. En estas y otras muchas poblaciones se editaban revistas cuya calidad y duración dependieron de la infraestructura existente en estas ciudades.
En concreto, los principales centros de publicación de revistas durante la contienda fueron Madrid, Barcelona, Valencia y San Sebastián. En estas ciudades, los materiales, las fábricas y los talleres de impresión se valieron con frecuencia de los suministros y la experiencia previos a la guerra, y crearon líneas de continuidad en el diseño de las propias revistas.