VALENCIA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El teatro Rialto reabrirá de nuevo sus puertas al público el próximo 4 de diciembre, tras finalizar sus trabajos de rehabilitación, con 'La viuda valenciana', una "comedia pura" de enredo escrita en verso por Lope de Vega, y que inaugurará el ciclo de 'nocturnos' de la temporada 2008-2009-2010 de Teatres de la Generalitat.
La obra, que fue presentada hoy a los medios por la directora de Teatres de la Generalitat, Inmaculada Gil Lázaro; el director de escena, Vicente Genovés; el director de producción, Alfredo Mayordomo; el escenógrafo Manolo Zuriaga; y sus actores, entre ellos, los protagonistas Alicia Reyes y Juanjo Prats, se representará en el Rialto hasta el 25 de enero de 2009, antes de emprender una gira por la geografía de la Comunitat y otros lugares de España.
A pesar de haber "sufrido bastante" ensayando mientras los obreros rehabilitaban el teatro, "entre paredes por acabar", se han "superado estas dificultades", así las añadidas por el "esfuerzo que supone la interpretación en verso y el canto en algunas secuencias, de modo que "podemos decir que estamos en un buen punto", aseguró el director de producción, Alfredo Mayordomo.
Por su parte, el director escénico, Vicente Genovés, resaltó que "es importante para el público y la sociedad valenciana recuperar los clásicos, ya que en su opinión, "sobre ellos se puede construir". "Hay que entrenarse en los clásicos para convertirse en un gran profesional y acometer grandes obras. Con ellos, los profesionales valencianos podemos crecer", aseveró.
Se trata de una obra "divertida que permite jugar con la comedia". "Un clásico, algo difícil de acometer en estos tiempos que corren", apuntó Genovés, pero "perfectamente entendible para el público y que es bonito de ver". Así, auguró que "el público se va a divertir con esta trama", en la que "el verso y la acción van unidos gracias al excelente trabajo actoral", destacó.
En este sentido, señaló que se ha respetado totalmente el verso de Lope de Vega, cuya poesía "se convierte en acción, paisaje, diálogo y descripción de sentimientos", por lo que es muy fácil de seguir, afirmó.
El director explicó que esta comedia "de capa y espada" relata las historias de enredo que se suceden cuando una mujer queda viuda, y aunque en aquella época no podía salir a la calle, se las ingenia para atraer al hombre que desea, algo que en aquel entonces "estaba totalmente vetado" porque, además, tenía que casarse con el hombre que su tío había escogido. No obstante, la protagonista "consigue nada y guardar la ropa", salirse con la suya y guardar las apariencias.
Se dice que Lope de Vega se basó en un "hecho real" para desarrollar esta historia, y que "la escribió para darle a una amante suya, la clave de cómo podían tener 'entrevistas' sin que se enterara su marido", comentó Genovés.
Por su parte, el actor Juanjo Prats (Camilo, el amante de la viuda en la obra) mostró su satisfacción por regresar a los escenarios tras un tiempo apartado del teatro, con este montaje que, en su opinión, ha conseguido "un equilibro muy interesante y una madurez muy importante.
"Para los actores valencianos es la mayoría de edad, sólo se puede crecer a partir de grandes textos como este", puntualizó, al tiempo que instó a "quitarse complejos" porque "aquí hay calidad artística", sentenció.
Para Prats, el leguaje versado de 'La viuda valenciana' constituye un "aliciente para el espectador, un atractivo más, un placer añadido y una razón para ir al teatro", en concreto a disfrutar de esta pieza. A entender, "el escucha es muy importante y el placer de la escucha es un plus del teatro".
La actriz protagonista, Alicia Ramírez, (la viuda Leonarda) resaltó cómo "hemos vencido el miedo de enfrentarnos a una obra de esta envergadura" y animó al público a acudir a verla para "reír mucho".
TRANSFORMACIÓN DEL RIALTO
La rehabilitación del Rialto ha implicado la pérdida de la escalera de caracol que había al fondo del escenario, un elemento "más sentimental que eficaz", argumentó Manolo Zuriaga, quien explicó que se ha eliminado "por motivos de seguridad", para poder instalar una escalera de desembarco de emergencia desde el piso superior hasta la calle.
También se ha recortado un 'espacio triangular' con el que contaba el Rialto, "pero en realidad no ha sido dramático para la escena porque ese triángulo se utilizaba muy poco, solo para enseñar la escalera", señaló el escenógrafo.
De este modo, "el escenario está igual de bien que antes de la reforma y en la práctica deja el mismo espacio que antes" firmó Zuriaga. "Se ha perdido bastante poco", ya que "la transformación no ha sido muy grande", concluyó.