VALENCIA 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El artista valenciano Rodolfo Navarro exhibirá de noviembre de 2009 a enero de 2010 en las Reales Atarazanas y en la Gran Vía de Valencia las esculturas y parte de la pintura mural de 1.000 metros cuadrados que fueron expuestas hasta el pasado octubre en la Gran Muralla China, concretamente en el denominado paso de Ju Yong Guan, a unos 40 kilómetros de Pekín, junto con unas fotografías de gran formato que plasmen la situación de las obras de manera que se pueda apreciar la "interacción plástica" de sus creaciones con el paisaje oriental.
El pintor valenciano, en declaraciones a Europa Press, explicó que "nunca nadie antes había colocado pinturas y esculturas" sobre la Gran Muralla, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno y Patrimonio de la Humanidad. Además, destacó que el paso donde se expusieron sus creaciones es "el más cercano y uno de los más visitados" de la capital de la República Popular China.
El cuadro de 1.000 metros cuadrados se dispuso sobre los muros de un patio interior del monumento chino. Por este motivo el artista lo tituló 'Interior...Externo', ya que su ubicación es como "un juego de entrar dentro del cuadro a través de un túnel, estar dentro y a la vez estar fuera", matizó.
La gran pintura que se expuso en China, dentro de la cual hay muchos lienzos adheridos independientes, se fragmentará en varias piezas para poder ser exhibido en las Reales Atarazanas de Valencia. Esta muestra albergará el lienzo de mayor tamaño, que ocupará un espacio de 32 metros de largo por nueve de alto. Además, se expondrán unos 15 ó 20 cuadros recortados del resto del lienzo, así como bocetos, vídeos, fotografías y textos que de una forma "didáctica" ilustren sobre el proceso de realización de la obra. También se exhibirán, en un espacio integrado, una selección de retratos pintados durante los últimos 25 años.
A las 12 esculturas que se colocaron sobre la Gran Muralla se sumarán algunas más del artista --relacionadas con la obra expuesta en Pekín-- y se ubicarán a lo largo de la Gran Vía de Valencia, junto con varias fotografías de gran formato que mostrarán la situación exacta de las obras durante los tres días que fueron exhibidas en China. Asimismo, Navarro indicó que está estudiando la posibilidad de "interrelacionar" las dos exposiciones colocando una serie de cámaras en la Gran Vía para que graben las esculturas y puedan verse "en tiempo real" en unas pantallas situadas en las Atarazanas para "involucrar el paisaje de la ciudad en el interior del recinto expositivo", indicó.
"RUPTURA DE LA PERCEPCIÓN VISUAL"
Lo que el artista denomina la "interacción plástica" es un concepto "innovador" que muestra "cómo se relaciona una obra de grandes dimensiones con su entorno, estudiando la interacción de éste con el espacio que lo rodea, ya sea un edificio, un monumento o el paisaje" de forma que se produce una "ruptura de la percepción visual", ilustró Navarro, quien subrayó que cuando el marco es un elemento "tan importante y gigantesco" como la Gran Muralla, el cuadro "necesita tener unas dimensiones capaces de competir con su entorno".
En este sentido, añadió que la idea de la "interacción plástica reside en lanzar una imagen o un cuadro al público" de forma que éste "no tenga que entrar dentro de una sala o museo para establecer una comunicación con el Arte; está pensada para la gran masa de público, no para una elite o clase cultural". En definitiva, "poder fusionar cuadro y entorno, hacer de la exposición el propio cuadro, crear un nuevo campo de visión en la propia composición de la instalación, ir más allá del soporte y ser capaz de fundir pintura y paisaje", manifestó.
"La geometría dura y cortante de la Gran Muralla, sus paredes grises de miles y miles de ladrillos, se vuelve giro, pierde el equilibrio gravitatorio para pasar a ser juego compositivo. Algunos de los elementos y construcciones de la Gran Muralla están parcialmente representados junto a figuras y elementos de rostros y perspectivas. Como una puerta entre la realidad del entorno que enmarca el cuadro y mi propia representación de la misma", señaló.
Las esculturas "aunque parezcan abstractas son figurativas", explicó el artista, quien comentó que parte de la anatomía, ya que por mucho que se rompa la talla "se sigue percibiendo una figura humana". Así, "las proporciones de la cabeza y torso, de las curvas y de algunos elementos anatómicos se mantienen" y este juego estético muestra "hasta qué punto se puede romper la figura para hacer una composición plásticamente interesante en el espacio", dijo.
MUNDO DE FORMAS Y COLORES
En pintura, el valenciano maneja las formas abiertas, los colores puros, los juegos de luces con volúmenes que se vuelven indiferentes y ajenos al concepto de hombre o mujer. Con la visión del cuadro se accede a un mundo de formas y colores primarios, donde la figura humana se funde con la geometría y la pintura con la escultura en "unos conceptos temáticos entre el interior humano y su visión externa", aclaró. Las esculturas también están pintadas en el cuadro, "como si fueran reales", de forma que "destacan por su luz y contraste con el fondo del que emergen", apuntó.
Rodolfo Navarro nació en Valencia en 1966, se licenció en Gemología por el Instituto Gemológico de Londres y en Bellas Artes por la facultad de BB.AA. de Valencia, acabó el quinto curso en L'École Nationale Supérieure des Beaux-Arts de París. En la capital francesa residió de 1990 a 1997, año en el que regresó a Valencia para instalarse en Llíria, donde vive en la actualidad. La exposición que se ubicará en la Gran Vía y las Reales Atarazanas está patrocinada y organizada por Bancaja, la Conselleria de Cultura y el Ayuntamiento de Valencia.