Diez buzos realizan una ofrenda floral este domingo a la imagen sumergida de la Mare de Déu

Ofrenda sumergida a la Geperudeta
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Actualizado: domingo, 20 mayo 2018 7:36

VALÈNCIA, 20 May. (EUROPA PRESS) -

Una decena de buzos valencianos realizan este domingo, 20 de mayo, una ofrenda floral a la imagen de la Mare de Déu dels Desamparats que desde hace más de 40 años se encuentra sumergida a diez metros de profundidad cerca del Real Club Náutico de València, que organiza la iniciativa junto al club de buceo Gised.

La ofrenda, con motivo de la fiesta en honor a la patrona de los valencianos del pasado domingo, da comienzo tras la celebración de una misa de campaña, a las 10.30 horas en la conocida como 'explanada del ancla', detalla el Arzobispado en un comunicado.

A continuación, invitados y submarinistas serán trasladados en 15 barcos más cuatro lanchas neumáticas en una romería en el mar. También participan voluntarios de la Cruz Roja y una patrulla de la Guardia Civil.

Ya en la zona donde está la imagen sumergida, y tras rezar una oración por los fallecidos en el mar, arrancará la ofrenda floral desde las barcas, seguida por la inmersión de los buzos. Llevarán ramos de flores hasta la imagen de la Virgen, a diez metros de profundidad.

Como colofón, tras regresar al puerto, la celebración seguirá con una 'dançà' en honor a la Geperudeta. En la iniciativa colaboran la asociación Altar de la Pila Bautismal, el Grupo de Danzas Sant Vicent Ferrer del Altar de Russafa y la Cruz Roja.

DÉCADAS BAJO EL MAR

La imagen sumergida fue esculpida en bronce en 1977 por el escultor Ignacio Cuartero Fernández, miembro del grupo de buceo Gised Valencia. Desde 1996, los submarinistas realizan otra ofrenda floral a la imagen sumergida, en la semana del 9 d'Octubre, Día de la Comunitat Valenciana, organizada también por el club de buceo y por la Agrupación de Fallas del Marítimo.

Tras permanecer más de 30 años bajo el mar, a 14 metros de profundidad frente al faro de València, la talla fue extraída en 2007 debido a las obras en el puerto, circunstancia que fue aprovechada para su restauración y exposición.

Dos años después, la imagen de la Mare de Déu volvió a ser sumergida en un lugar más accesible, frente al espigón situado junto a sus instalaciones, a diez metros de profundidad.