Un estudio sobre la Valencia 'criminal' del siglo XVIII

Actualizado: jueves, 14 enero 2016 14:59
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   VALENCIA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El experto y colaborador de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), Vicent Francesc Zuriaga Senent, ha realizado un trabajo de investigación sobre la situación de Valencia tras la Guerra de Sucesión y el decreto de Nueva Planta con el objetivo de abordar la incidencia que todos estos cambios tuvieron sobre la sociedad y la economía valenciana del siglo XVIII, con especial énfasis en el mundo rural de postguerra. Entre otras cuestiones, constata la aparición, tras la pérdida de los Fueros, de un "nuevo tipo de bandolerismo".

   Así, el trabajo 'La Sala del Crimen en los Registros de la real Audiencia de Valencia: una visión de la violencia y la justicia tras el Decreto de Nueva Planta (1715-1725)', pretende analizar la incidencia que los cambios políticos, jurídicos, la pérdida de los Fueros, la reforma fiscal y administrativa y el funcionamiento de la Audiencia tuvieron sobre el contexto rural. Una visión que siempre se ha tratado de "forma tangencial" por la carencia de fuentes y que por primera vez se aborda desde un plano más profundo, explica la entidad educativa en un comunicado.

   De esta manera, mediante el análisis pormenorizado de los datos ofrecidos por los Registros de la Audiencia es posible conocer "mejor la transición hacia la paz de la sociedad valenciana de postguerra y el cómo se puede relacionar la violencia con un determinado contexto económico y social".

   En esta línea y "ante la carencia de fuentes que nos acercan al mundo rural -añade--, esta fuente resulta de un gran valor para el estudio sistemático, casi diario, de los hechos de la sociedad valenciana de extra-muros".

XÀTIVA, LA LOCALIDAD CON MÁS DELITOS

   El trabajo recoge que la actividad delictiva después del Decreto de Nueva Planta se centró en tres comarcas valencianas: la Costera, la Safor y La Ribera, donde se concentraba el 70% de la actividad delictiva de la provincia, siendo la localidad de Xátiva la que mayor índice de delitos, delincuentes y víctimas contabilizó.

   Además, el autor destaca como segunda zona de "actos luctuosos", al eje Castellón-Sagunto y el de Lliria-Chelva y sus respectivas comarcas, debido a la acción de bandoleros que actuaban de manera constante y que tomaban como punto de referencia las vías de comunicación.

   Tanto es así que, según señala, Valencia fue cuna del nacimiento de un nuevo tipo de bandolerismo, "diferente al de siglos anteriores y no sometido a parcialidades políticas, que se prolongará hasta el siglo XIX" y que se manifestará de forma más aguda en momentos de crisis.

   Zuriaga afirma que estas fuentes "nos permiten contemplar las formas y maneras del derecho judicial valenciano del siglo XVIII" y hacer un repaso sobre los hechos delictivos en estos años para concretar que en esta época se da el tránsito entre la "vieja criminalidad", caracterizada por la predominancia de delitos de sangre, y la "nueva criminalidad", más marcada por delitos contra la propiedad.

   Añade que existe un aumento de la delincuencia en determinados meses, en línea directa con la tarea relacionada con el mundo rural y los beneficios que estos comportan. Tanto es así que en el trimestre de mayo a julio se registra el mayor índice de criminalidad en la Valencia de postguerra, periodo en el que se concentra entre el 35 y el 40% de todos los delitos cometidos durante el año.

   Entre los actos criminales destacan los cometidos por cuadrillas de bandoleros y el perfil de víctima solía ser comerciantes o transportistas, profesiones muy relacionadas con la necesidad de viajar, o representantes de la Justicia.

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