VALENCIA, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El portavoz y vicepresidente del Gobierno valenciano, José Císcar, ha afirmado que las redes sociales no son "una barra libre" en la que "cabe todo" y ha abogado por regularlas: "no puede ser, como hemos visto en los últimos días, todo lo que se dice".
Císcar se ha pronunciado en estos términos en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, al ser preguntado por su opinión sobre la detención de un joven de 19 años por incitar a la violencia contra los políticos en las redes sociales, y por si el Gobierno valenciano apoyará las reformas del Ejecutivo central en el Código Penal respecto a la cuentas de Twitter.
A este respecto, Císcar ha afirmado que las redes sociales tienen aspectos "muy positivos", pero también engloban cuestiones "que se tienen que corregir". Por ello, se ha mostrado partidario de que haya una regulación de las redes porque "no puede ser, como hemos visto en los últimos días, todo lo que se dice".
En esta línea, ha señalado que si es delito pintar mensajes ofensivos o, incluso, delictivos, en una sede de un partido político, independientemente del que sea, "también debe ser delito que las ofensas se realicen por medio de las redes sociales".
"Todos coincidimos --ha añadido-- en que en las redes sociales no cabe todo, no es una barra libre. Si se pueden cometer en determinadas afirmaciones unos delitos de injurias o amenazas, por cualquier otro medio de comunicación también debe ser lo mismo", ha destacado.
No obstante, ha señalado que esto es un "primer análisis" y se ha mostrado convencido de que el Gobierno de España, que es el que tiene las competencias para regular estos aspectos, "lo hará más profundamente y tomará las mejores decisiones", ha apostillado.
Por otro lado, preguntado por si considera que el independentismo catalán está generando algún tipo de crispación social en la Comunitat Valenciana, ha indicado que "cada persona puede expresar la opinión que tenga, la que sea, pero desde el respeto y sin tener que actuar o utilizar la violencia, la amenaza o la coacción".
A partir de ahí, ha agregado, "con plena libertad, cada uno que diga lo que piensa, que no pasa nada". "En este Estado la libertad de expresión es sagrada, y el problema es siempre la utilización de la violencia verbal o física, que es lo que siempre condenaremos", ha sentenciado.
