ALICANTE 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El parque Terra Natura de Benidorm (Alicante) ha acogido el nacimiento de una nueva cría de dromedario, que quedó huérfana al fallecer la madre momentos después del parto, debido a una serie de complicaciones ante las que los veterinarios no pudieron hacer nada, según informaron hoy en un comunicado fuentes de parque natural.
La cría de dromedario actualmente está siendo amamantada por los cuidadores del parque de naturaleza, y sigue una cuidada dieta integrada por los mismos nutrientes que se encuentran en la leche materna.
El aspecto de este ejemplar "se asemeja y recuerda al de un peluche de un metro de alto", según las mismas fuentes, quienes precisaron que este semblante "permanecerá invariable hasta que el dromedario crezca y adquiera formas más proporcionadas". De hecho, a los cinco años llegará a alcanzar el tamaño de adulto y su joroba constituida por tejido grasa, se desarrollará al máximo.
Los dromedarios son nativos de la región arábica y norte de África, y llegaron a La India en caravanas de mercaderes hace 2.000 años. Se estima que su domesticación debió empezar aproximadamente hace 3.000 años y actualmente no existen en estado salvaje en la naturaleza.
Dentro de lo que caracteriza a estos singulares animales, destaca "su especial adaptación para vivir en lugares desérticos, donde soportan altas temperaturas gracias a la capacidad de poder aumentar la temperatura de su cuerpo hasta los seis grados centígrados". Sus pies se abren considerablemente para evitar hundirse en la arena, y ello les permite hacer largos recorridos sin un esfuerzo extremo en las arenas del desierto, donde pueden sobrevivir con una pérdida de agua de hasta el 40 por ciento del peso corporal.
Los dromedarios son capaces de beber hasta 57 litros de una vez para reponer el líquido perdido. Otro rasgo peculiar, son las grandes callosidades de los codos, las rodillas y el pecho, que les sirven de colchón para evitar los roces y poder soportar así la presión en esos puntos de apoyo. Además, sus orificios nasales pueden cerrarse completamente para evitar la entrada de polvo y arena en las fuertes tormentas del desierto, según explicaron las mismas fuentes.