VALÈNCIA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un total de 4.466 firmantes han exigido hasta el momento en la plataforma Change.org la dimisión del presidente de la Interagrupación de Fallas, Jesús Hernández Motes, por asistir a la "contramanifestación ilegal de la extrema derecha contra la manifestación vespertina del 9 d'Octubre y que acabó con agresiones, al menos, a tres jóvenes y un fotoperiodista".
En la petición, se apunta que Hernández "se encontraba en la parte de la manifestación más airada, liderada por los ultras Yomus del València CF" que "fue la facción que agredió a los tres jóvenes y al fotoperiodista". Asimismo, denuncia que "increpó a los manifestantes, que cerraban la manifestación y que fueron acorralados en la pared de la iglesia de San Agustín".
"La Interagrupación y su presidente a la cabeza, debe ser apolítico y respetar las normas democráticas de convivencia de la Comunitat Valenciana y España. Participar en manifestaciones ilegales de extrema derecha, en las que se insultó y agredió a otros ciudadanos, deslegitima al Presidente para representar al colectivo fallero que se caracteriza por su pacifismo y carácter abierto", subraya.
Cabe recordar que tras lo sucedido y en declaraciones a Europa Press, el presidente de la Interagrupación de Fallas de València explicó que este lunes acudió a la manifestación paralela a la de la Comissió 9 d'Octubre movido por su "sentimiento" y su "corazón" y no por su condición de fallero ni el cargo que ocupa en este colectivo.
"Ni me movió la falla ni el cargo, sí mi sentimiento y el corazón" para "ir a una concentración en València a reivindicar que no somos catalanes, ni independentistas sino españoles y valencianos", ha explicado. "Esto es lo único que nos mueve", insistió.
"CANTAR Y REIVINDICAR"
Asimismo, apuntó que en esa concentración "todo lo que ha habido ha sido respeto y civismo" porque los participantes pretendían "cantar y reivindicar" que son "ciudadanos españoles y valencianos". Por ello, señaló que era "falso" que fuera una "concentración de extrema derecha" aunque admitió que era "cierto que en un momento dado un grupo de ultras o exaltados intentaron romper" el acto.
"En un momento aparecen los ultras y rompen la tranquilidad", aseveró, al tiempo que manifestó que él es "el primero que condena esas actuaciones" porque "las cosas no se arreglan así". "Quitando de un grupo de 40 o 50 locos, a los que no se les puede llamar de otra manera, hubo respeto. Era totalmente pacífica", remarcó.
