La vista por las agresiones del 9 d'Octubre de 2017 se suspende por falta de acuerdo en las órdenes de alejamiento

Uno de los acusados de los altercados del 9 d'Octubre a la entrada en los juzgados
Uno de los acusados de los altercados del 9 d'Octubre a la entrada en los juzgados - EDUARDO MANZANA
Actualizado: lunes, 25 septiembre 2023 14:10

   Un total de 26 de los 28 acusados estaban dispuestos a aceptar entre 16 y 19 meses de prisión por los altercados

   VALÈNCIA, 25 (EUROPA PRESS)

   El juicio que estaba previsto que se celebrase este lunes en la Audiencia Provincial de Valencia contra 28 personas acusadas de agredir y coaccionar a profesionales de los medios de comunicación y asistentes a la manifestación del 9 d'Octubre de 2017 en València ha quedado suspendido hasta el próximo mes de marzo por desacuerdos entre acusaciones y defensas con las órdenes de alejamiento fijadas y que incluyen sedes de entidades.

   La vista arrancaba con un posible acuerdo de conformidad de 26 de los 28 acusados quienes, según ha apuntado alguna defensa antes de comenzar el juicio, iban a aceptar penas de entre 16 y 19 meses de prisión. Los acusados que se iban a conformar, muchos de ellos pertenecientes a la extinta peña Yomus y que exhibieron simbología neonazi durante la manifestación, ya habían pagado las responsabilidades civiles y los costes del procedimiento como parte del acuerdo.

   Sin embargo, al comienzo de la vista, uno de los letrados ha manifestado desconocer todos los detalles del acuerdo final alcanzado con las acusaciones, sobre todo en relación con la orden de alejamiento, con lo que el presidente del tribunal, quien ha pedido "seriedad" a las defensas, ha decidido suspender el juicio y se celebrará, finalmente, los días 4, 5, 6, 7 y 8 de marzo de 2024.

   La fiscal encargada del caso, Susana Gisbert, ha explicado en declaraciones a los medios de comunicación tras suspenderse el juicio que el punto controvertido era el alejamiento impuesto a los acusados de 300 metros de las sedes de las entidades organizadoras de las manifestaciones.

   "No ha habido acuerdo. Había conversaciones y un escrito muy adelantado pero, finalmente, había un punto, que ya estaba en el acuerdo original, que algunas defensas han caído hoy en que no era de su gusto y el presidente del tribunal no ha dado opción a cambiarlo más", ha explicado.

   Este punto, el alejamiento de 300 metros, "estos abogados entendían que era excesivo, pero era algo que estaba desde el principio, en las primeras negociaciones, y hoy han entendido que no porque lo habrán interpretado de otra manera o sus clientes han cambiado de opinión", ha manifestado.

   Preguntada por si podría llegar a otro pacto con los acusados, ha indicado que "nunca se puede decir que no hay posibilidades de un nuevo acuerdo" pero "todo lo adelantado se ha ido atrás". "Posibilidad de llegar a un acuerdo hay siempre pero cuanto quemas más la nave, más difícil se hace", ha apostillado.

   De esta forma, la Fiscalía mantiene su escrito de calificación inicial, en el que pide para los acusados penas que oscilan entre los tres y los siete años y medio de prisión por delitos de odio, desórdenes públicos, coacciones, amenazas leves, lesiones y maltrato de obra.

   Antes de arrancar el juicio se han concentrado varias personas en la puerta en la Ciudad de la Justicia detrás de pancartas como una de 'País Valencià Antifeixista', de Acció Cultural del País Valencià, que forma parte de la Comissió 9 d'Octubre, entidad organizadora de la manifestación principal del Día de la Comunitat Valenciana. A la llegada de los acusados, los manifestantes han gritado 'Fora, feixistes' (Fuera fascistas), entre otros lemas. Uno de los acusados les ha espetado a la llegada: 'Esteu sempre plorant' (Estáis siempre llorando).

   A la salida de la Ciudad de la Justicia, agentes de Policía Nacional han estado presentes para evitar cualquier tipo de altercado. Uno de los acusados ha llegado a encararse con los manifestantes, pero lo han disuadido. Por su parte, los agentes han pedido identificar a uno de los manifestantes pero, finalmente, tras mediar una abogada de las acusaciones del proceso, han desistido y únicamente les han solicitado que dejaran las pancartas puesto que la concentración que tenían autorizada había concluido a las 12.30 horas.

LOS HECHOS

   Los hechos se remontan al 9 d'Octubre de 2017 y el punto de partida de las agresiones fue un llamamiento a concentrarse a través de redes sociales: 'Quiero vivir un momento histórico, el primer año sin estelada por Valencia el 9 O. ¿Cuento con vosotros?. Pza San Agust n 9-X-17', decía uno de los acusados, tal y como recoge el escrito de calificación fiscal provisional.

   A este llamamiento respondió un numeroso grupo de personas que se concentraron en la mañana del 9 de octubre junto al campo de fútbol de Mestalla tras una pancarta de 'Yomus CN10'. Los congregantes se dirigieron al centro de la ciudad con el propósito de obstaculizar el desarrollo de la manifestación y enfrentarse a quienes asistieran por razón de su ideología.

   Por la tarde, el conocido como 'El Alfarrasí', quien había ostentado el liderazgo de la extinta peña del Valencia CF Yomus, accedió a la Plaza de San Agustín, lugar de inicio de la manifestación, junto a otras personas entonando cánticos, gritos y realizando el saludo que consistía en mantener el brazo en alto, propio de movimientos fascistas y neonazis, siempre según el mismo escrito fiscal.

   La actuación de estas personas, que increpaban a los manifestantes y se abalanzaban hacia donde se encontraban, a pesar del cordón policial, hicieron que, finalmente, el cordón cediera. Esto dio lugar a una estampida que hacía de todo punto imposible el normal transcurso de la manifestación convocada.

   No obstante, y tras la intervención policial, la manifestación siguió su curso hacia la calle Colón, siendo en todo momento custodiados los manifestantes por la Policía. Si bien no pudo concluir como estaba previsto, con la lectura del manifiesto en la estatua del Rey Jaume I en la Plaza de Alfonso el Magnánimo, sino que hubo de darse por terminada en la Plaza de América.

   Sobre las 17 horas, mientras se organizaba la manifestación, varios trabajadores o colaboradores del Diari Jornada estaban montando una mesa informativa del periódico en un lateral de un quiosco cuando fueron increpados por un acusado, quien llevaba una bandera española a modo de capa. Les preguntó entonces quiénes eran y a qué se dedicaban y trató de interceptar los ejemplares empaquetados. Mostró su enojo porque no le respondieron en castellano.

   En ese momento, otro acusado fue hasta el lugar de la plaza donde se convocaba un grupo numeroso de personas que lucían tatuajes de claro signo nacionalsocialista y vociferaban brazo en alto y les instó a que agrediesen a los periodistas y les quitaran el material alegando que se trataba de propaganda de la CUP.

   Al mismo tiempo, un acusado trataba de quitarles el material y les amenazó con cortarles el cuello con un gesto que portaba un arma blanca. Como uno de los periodistas estaba grabando, un individuo con la cara completamente tapada le empujó y le arrojó contra el suelo.

AGRESIONES Y PUÑETAZOS

   Minutos más tarde continuaron las agresiones y los puñetazos a participantes en la manifestación. Por ejemplo, varios acusados siguieron a dos manifestantes y le dieron una fuerte patada a uno de ellos a modo de zancadilla, lo que le hizo caer al suelo y arrastró  en su caída al compañero. Una vez allí, fueron agredidos con el mástil de una bandera cuatribarrada. Otro manifestante intervino para defender a las víctimas y un gran número de acusados se abalanzaron sobre él y lo acorralaron.

   Por otro lado, diversos acusados se abalanzaron sobre un redactor gráfico que estaba fotografiando los acontecimientos para arrebatarle la cámara. Le arrojaron al suelo y le impidieron que se levantara al lanzar sobre él una mesa y un cartel de un bar de la misma calle donde se encontraba. Otro acusado se dirigió a un periodista que también estaba grabando los hechos con su teléfono móvil y le dijo: "Te rajo el cuello", al tiempo que hacía un gesto representativo de ello, a la misma vez que una mujer que no ha podido ser identificaba le arrojaba un líquido caliente.