Tribunales.- El fiscal pide 14 años de prisión para una mujer y su novio por el crimen de la maleta en Benimaclet

Europa Press C. Valenciana
Actualizado: viernes, 20 noviembre 2009 14:11

VALENCIA 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El ministerio fiscal ha pedido una pena de 14 años de prisión para una mujer y su novio por matar a un hombre que apareció atado de pies y manos con cinta adhesiva en el interior de una maleta en un descampado del barrio valenciano de Benimaclet. La víctima era pareja de la hija de la acusada, quien en ese momento se encontraba embarazada.

El incidente se produjo en la mañana del 20 de enero de 2009, cuando los dos acusados, Sonia y Emanuel, ambos hondureños, llevaron a cabo un plan para matar a la víctima, José Ernesto. Entraron en su habitación, con una navaja y un punzón, y le atacaron. Sus heridas le produjeron la muerte, según el relato del fiscal.

El detonante para concluir este plan fue la idea de la hija de la acusada, Carol, --y anterior pareja de Emanuel-- de abandonar España y volverse con su compañero sentimental --la víctima-- a Honduras, donde pensaban vivir con su hija. Esta posibilidad no fue aceptada por ambos ya que les consideraban "drogadictos" y "una mala influencia para la menor".

Así, la decisión de Carol y de José Ernesto motivó violentas discusiones con los dos acusados, quienes les llegaron incluso a amenazar en distintas ocasiones. En particular, durante los días 16, 17 y 19 de enero de 2009, Sonia manifestó a una amiga, en tres situaciones diferentes, que "antes mataría a José Ernesto que le permitiría volver a su país".

De esta manera, en la mañana del martes, 20 de enero de 2009, poco antes de las 9.00 horas, Carol se despidió de su pareja y salió de la casa --en la que convivían los cuatro--, para trabajar en la vivienda donde prestaba sus servicios, ubicada en el municipio valenciano de Foios.

En ese momento, los acusados, que no fueron a trabajar ese día, se dirigieron a la habitación en la que se encontraba José Ernesto, quien estaba acostado, desnudo, en la cama, con el fin de dormir un poco más. Iban armados de una navaja y un punzón u objeto similar.

Al ver entrar a los dos acusados, se incorporó en la cama, que estaba situada en el extremo de la habitación. El hombre le atacó con la navaja y se la clavó hasta cuatro veces en la zona del corazón, y dos veces en la parte izquierda del cuello. La mujer le pinchó con un punzón 18 veces en distintas partes del cuerpo.

Las heridas ocasionadas a la víctima en la zona del corazón seccionaron costillas y atravesaron la cavidad torácica, ocasionándole siete heridas en el corazón y cuatro orificios en el pulmón. Las lesiones en el cuello le seccionaron la vena yugular interna. Éstas le causaron la muerte breves instantes después.

Conseguido su propósito, los acusados sacaron una maleta que había en la habitación, de 70 por 30 por 45 centímetros (cms), e introdujeron el cadáver, de 1,64 metros de altura y 74,5 kilos. Para meterlo con mayor facilidad, le ataron con una cinta adhesiva los pies, brazos y manos, y le cubrieron la cabeza con una bolsa de plástico.

Seguidamente, sacaron la maleta y la llevaron hasta un descampado de la calle Mistral de Valencia, ubicado a unos 400 metros de su vivienda, donde lo abandonaron entre unas malezas. La maleta, con el cadáver, fue hallada casualmente el mismo día, sobre las 17.00 horas, por un transeúnte, que avisó a la Policía.

Los acusados, por su parte, limpiaron y ordenaron la casa, y arrojaron a un contenedor de basura de la calle las armas y ropas utilizadas, que no pudieron ser recuperadas. Sobre las 12.00 horas, Emanuel abandonó el domicilio hasta las 18.40 horas, que regresó. La mujer también se fue a visitar a una amiga, y la invitó a comer en su casa.

La hija, Carol, regresó sobre las 15.00 horas, y preguntó por su pareja. Su madre le mintió y le dijo que le había visto salir a las 9.00 horas con unos individuos que no conocía, posiblemente colombianos, que habían ido a recogerle. Emanuel confirmó esta versión a su vuelta, y añadió que posiblemente la víctima estaría en el País Vasco para trasladar explosivos por dinero.

Al día siguiente, la madre de la víctima, quien reside en Honduras, recibió una llamada de una mujer que, simulando la voz de su hijo, se hizo pasar por éste diciendo que estaba bien.

El día 22, Carol fue a denunciar la desaparición de su pareja en la Comisaría de Policía, alarmada por la falta de noticias y por las versiones incoherentes de los acusados, que se opusieron en todo momento a que ella denunciara, conminándola incluso con violencia para que no lo hiciera.

Horas más tarde, los agentes detuvieron a la pareja, y se hallan en prisión provisional por esta causa desde esa fecha. El acusado llevaba entre sus pertenencias unos pendientes propiedad del fallecido, que usaba habitualmente. El 22 de octubre, Carol dio a luz a la hija de la víctima.

Por todo, el fiscal calificó los hechos de un delito de homicidio, con la circunstancia agravante de superioridad, por lo que solicitó para cada acusado 14 años de prisión. Así mismo, el hombre deberá abonar 300.000 euros a Carol y a su hija, así como 80.000 a los padres del fallecido.

HISTORIA ENTRE PAREJAS

La acusada, de 40 años, abandonó su país de origen, Honduras, y emigró a Valencia en el año 2007, donde encontró trabajo de empleada de hogar. Se instaló en el domicilio de su compatriota y también acusado, de 25 años, quien había emigrado a la ciudad unos meses antes.

El acusado era en ese momento compañero sentimental de la hija de la acusada, Carol, y tenía con ella una hija en común. La joven, de 22 años, inició en 2008 relaciones sentimentales análogas a las conyugales con la víctima y, transcurrido un tiempo de convivencia, los dos acusados también iniciaron una relación.

En septiembre de 2008, Carol emigró a Valencia, donde encontró también trabajo de empleada de hogar, y se instaló en el domicilio de los acusados. Al mes siguiente, la víctima se reunió con su compañera sentimental, que estaba embarazada de él, y residieron en la misma vivienda, en la calle Enrique Navarro.

A diferencia de Carol, la víctima no consiguió encontrar trabajo estable y esta circunstancia, junto con otras como el consumo de droga por su parte, dificultó con el tiempo la convivencia entre estos y los dos acusados. Aquí se inició el plan para acabar con su vida, según el relato del ministerio público.

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