Iniciativa Q-Face - INICIATIVA Q-FACE
VALÈNCIA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los ordenadores cuánticos prometen revolucionar el mundo de la informática y las telecomunicaciones, pero aún falta un "paso clave" para que puedan integrarse en el día a día: comunicarse con las tecnologías actuales. Con ese reto en mente, la Universitat Politècnica de València (UPV) lidera el proyecto Q-FACE, que "busca crear un sistema capaz de comunicar sistemas de computación cuántica usando redes de comunicación que ya utilizamos", según ha informado la iniciativa en un comunicado.
El proyecto forma parte del Plan de Comunicación Cuántica de la Comunitat Valenciana, en el que colaboran la Universitat de València, la UPV, la Universidad de Alicante y la Universidad CEU Cardenal Herrera. Juntas, estas instituciones están impulsando una nueva ola de innovación para situar a la Comunitat Valenciana "como referente" en tecnologías cuánticas aplicadas a ámbitos como las telecomunicaciones, la ciberseguridad o la salud.
El objetivo de Q-Face es desarrollar un dispositivo integrado que actúe como "puente" entre los ordenadores cuánticos y las redes ópticas tradicionales, permitiendo que ambos sistemas "hablen el mismo idioma". De este modo, los futuros procesadores cuánticos podrían intercambiar información a través de la fibra óptica ya instalada, lo que supondría un "gran avance hacia las comunicaciones cuánticas seguras y accesibles".
"Queremos que los ordenadores cuánticos del futuro puedan conectarse con las redes que usamos hoy", ha explicado en un comunicado Alejandro Martínez, catedrático y responsable del proyecto. "Nuestro trabajo busca hacer esa conexión posible, traduciendo las señales cuánticas al lenguaje de la luz, que es el que domina nuestras telecomunicaciones de larga distancia", ha detallado.
PROCESO "COMPLEJO"
La clave está en desarrollar un interfaz integrado que permita transformar señales cuánticas de microondas en señales ópticas, y viceversa, de forma "eficiente y estable", usando un oscilador mecánico como mediador. Aunque el proceso es "complejo", el equipo de la UPV lo resume con una idea sencilla: "crear un traductor eficiente entre el mundo cuántico y el las redes de fibra".
"Lo fascinante de este proyecto es que combina la investigación más puntera con un objetivo muy práctico", ha destacado Martínez. "Estamos sentando las bases para que, en un futuro no tan lejano, los ordenadores cuánticos puedan comunicarse entre sí con total seguridad a través de las mismas redes que usamos hoy", ha añadido.
Además de su potencial tecnológico, Q-FACE representa un modelo de colaboración multidisciplinar, en el que participan especialistas en física, ingeniería y fotónica. Todos ellos trabajan con un propósito común: acercar la tecnología cuántica a la realidad cotidiana
Este proyecto forma parte de los once que integran el Plan de Comunicación Cuántica, liderado por la UPV, UV, UA y la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH). En conjunto, estas iniciativas abarcan una amplia variedad de líneas de investigación y desarrollo con el propósito de impulsar la tecnología cuántica y sus aplicaciones "en ámbitos estratégicos como las telecomunicaciones y la ciberseguridad, consolidando así a la Comunitat Valenciana como un referente en innovación tecnológica a nivel nacional e internacional".