Cristian Mungiu: "Tras 25 años sin comunismo, la gente de mi generación esperaba mayor progreso"

Actualizado: jueves, 24 noviembre 2016 17:13

MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

El cineasta rumano Cristian Mungiu alcanzó la fama internacional en 2007 con Cuatro meses, tres semanas y dos días, película ambientada en los últimos años del comunismo en Rumanía que fue galardonada con la Palma de Oro en Cannes. Ahora, casi una década más tarde, pone la mirada en la insatisfacción y los dilemas que han de afrontar hoy en día los ciudadanos de su país en la cinta Los exámenes, que se estrena este viernes 25 de noviembre.

"Tras 25 años sin comunismo, la gente de mi generación esperaba un mayor progreso", ha explicado el director este jueves 24 de noviembre durante una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de su visita a Madrid a razón de esta película por la que recibió el galardón a Mejor director en el pasado Festival de Cannes, ex-aequo con Olivier Assayas.

En palabras de Mungiu, siempre trata de hablar de las cosas que son relevantes en el momento concreto de su vida y, si en 2007 decidió abordar una película sobre un embarazo no deseado, en el momento en el que había sido padre, ahora habla de los primeros hijos nacidos tras la ley antiabortista de su país.

Los exámenes presenta en escena a Romeo Aldea, un médico de 49 años que vive en un pequeño pueblo de montaña en Transilvania, cuya hija está a punto de pasar los exámenes finales que le permitirán optar a una beca para estudiar en Reino Unido. Sin embargo, un incidente violento interrumpe los planes de esta familia y Romeo ha de averiguar cómo resolver el problema para conseguir sus objetivos, incluso por encima de los principios que ha transmitido a su hija.

En palabras de Mungiu, la suya es "la primera generación" de hombres que han vivido el mundo de manera "libre". No obstante, aunque siempre pensó que la emigración era la solución para la población tras la caída del comunismo y que las cosas iban a cambiar, se sorprende al comprobar que medio siglo después sigue habiendo "mucha emigración".

A su juicio, lo que le ocurre al protagonista de la película, que lucha por intentar que su hija busque un futuro mejor en otro país, así como al resto de la sociedad que busca una solución similar, es un problema de "insatisfacción". "Si analizas cómo es la gente a esa edad y los dilemas que han de afrontar aún respecto a su futuro y a sus hijos, entiendes que no estamos donde queremos estar", ha dicho.

CINE EN RUMANÍA: BAJO PRESPUESTO Y LIBERTAD

Mungiu (Lasi, Rumanía, 1968), que formó parte de la llamada nueva ola del cine rumano, ha afirmado que la cinematografía de su país vive "la mejor época" desde hace diez o quince años debido especialmente al "éxito" que ha tenido en festivales internacionales y que obedece, en muchos casos, a que "los directores se expresan de manera atrevida y original", lo que ha llevado al estreno en otros países a una escala insólita.

Sin embargo, ha explicado que al mismo tiempo la situación a nivel local es diferente y, por mucho que las películas sean conocidas en el extranjero, "es difícil estrenar en casa con éxito", puesto que cada vez hay menos salas de cine.

A ello se suma el hecho de que los cineastas rumanos "no están interesados en el éxito doméstico a nivel de taquilla", porque quieren "libertad" para hacer películas fuertes, personales, que perduren y que sean relevantes para la historia del cine rumano".

Del mismo modo, la industria del país facilita esa libertad: la inexistencia de financiación privada reduce la disponibilidad presupuestaria pero conlleva una independencia para hacer algo "original".