Portabella apuesta por "dar la espalda a los modelos de referencia" y por hacer películas "sin final ni causa-efecto"

MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

El director y productor Pere Portabella afirmó hoy que hay que dar la espalda a los modelos de referencia y apostar por las películas "sin final ni causa-efecto", como él hace en 'Die Stille vor Bach (El silencio antes de Bach)', su última película. Tras pasar por el Festival de Venecia, su estreno en el MOMA de Nueva York y recibir el premio especial del Jurado en el Festival de Gijón, Portabella estrena el próximo viernes en las salas este filme.

En 'El silencio antes de Bach', Portabella aborda cómo la música puede ser accesible a cualquiera, a través de la vida del músico Johann Sebastian Bach (Alex Brendemuhl) con un vendedor de pianos (Feodor Atkine), el propio Bach (Christian Brembeck) y el músico Félix Mendelssohn (Daniel Ligorio).

"Mis películas no tienen final ni causa-efecto", dijo hoy en Madrid Portabella, quien reconoció que en su último filme deja al espectador "libertad" para ver la película. "Como espectador, veo que hay una fatiga enorme, porque todos hacen la misma película", criticó un creador convencido de que hay que seguir a los clásicos y no dejarse "castrar" por el modelo de Hollywood.

Según aconsejó, los cineastas "no deben de ser cinéfilos" y deben "dar la espalda" a los modelos de referencia. "Los directores tienen que estar menos contaminados, arriesgarse, porque en lo imperfecto está la posibilidad de que algo funcione", subrayó el además productor, quien consideró que, en cine, "la incorrección en fundamental".

ESPECTADOR COMO "CÓMPLICE"

Portabella prosiguió diciendo que el espectador "es más cómplice" si los directores "asumen riesgos" y explicó cómo él se enfrenta a un proyecto. "Empiezo mis películas con un folio en blanco, pero en horizontal, como si fuera una pantalla de cine", relató un cineasta que sólo utiliza los diálogos "para dar cuatro ideas".

En el caso de 'El silencio antes de Bach', donde dijo no mezclar ficción y documental pero sí mostrar "subjetividad" a través de su mirada propia, Portabella prefirió rodarla en alemán, español e italiano. "Conviven los idiomas y los subtítulos", dijo sobre un filme que le ha costado a su productora, Films 59, 1,2 millones de euros.

La cinta tiene una banda sonora "limpia", donde mezclar "ruido y música", algo que dijo "englosa el concepto de ciudad actual" y en ella hay actores-músicos.

"Para mí, lo más importante de una película es el ritmo", concluyó Portabella, productor de filmes de autores como Carlos Saura ('Los golfos'), José Luis Guerín ('Tren de sombras'), Marco Ferreri ('El cochecito') o del director "radical y a la vez sentimental, un profesional de una pieza" Luis Buñuel ('Viridiana').