Mortier avisa que con más recortes "será difícil mantener la programación de danza" del Real

Ballet de la Ópera de Lyón
MICHEL CALVACA
Actualizado: martes, 2 octubre 2012 15:58

MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

El director artístico del Teatro Real, Gerard Mortier ha sido claro este martes respecto a la viabilidad futura de la programación de danza del coliseo: "Con los problemas que hay en estos momentos y si continúan los recortes, será difícil mantener la programación si se pretende ofrecer algo no meramente comercial".

Así de contundente se ha manifestado durante la presentación del espectáculo que abrirá la temporada de danza en el Real y que correrá a cargo del Ballet de la Ópera de Lyon con una coreografía de Jirí Kylián.

Para Mortier, la reducción de un 33 por ciento en los presupuestos para 2013 ponen las cosas difíciles, aunque ha asegurado que tanto esta temporada como la correspondiente a 2013-14 "están aseguradas y con muy buena programación", si bien a partir de ahí "todo son preguntas", ha matizado.

Irónicamente Mortier se ha referido a que queda la posibilidad de "invitar a los famosos ballets imperiales de Moscú que ni siquiera allí nadie conoce" y se ha mostrado partidario de ofrecer "una programación de danza interesante" al público del Real.

Asimismo, ha reconocido que es verdad que la danza es del agrado del público pero ha incidido en que los espectadores españoles, en general aman una tradición clásica. "Es preciso trabajar con otros repertorios más contemporáneos", ha dicho afirmando que hoy en día, Kylián y Forsythe son "los Petipá de nuestro tiempo".

"No es sólo momento de ahorrar sino de reflexionar. Yo siempre trabajé en teatros de ópera con sus propias compañías de danza. No es normal que en España ninguno tenga la suya. Hay que estructurar muchas cosas para ahorrar de manera inteligente", ha insistido.

UNA BAJADA DEL CACHÉ

Mortier ha agradecido al Ballet de la Ópera de Lyon que haya bajado su caché para poder actuar en el Teatro Real. "Me gustaría que otras compañías hicieran lo mismo porque es un signo de solidaridad", ha indicado.

La compañía francesa interpretará, entre los días 4 y 9 de octubre, la coreografía 'One of a kind', obra maestra del repertorio contemporáneo y que Kylián sólo ha autorizado a interpretarla a esta compañía y al Nederlands Dans Theater.

"Pienso que se debe sencillamente a que le gusta mucho nuestra compañía", ha opinado Yorgos Loukos, director del Ballet desde hace 28 años. La compañía francesa, creada en 1969, con profunda formación clásica, ha experimentado una evolución en los últimos años hacia la danza contemporánea. El empuje de Loukos ha sido decisivo en la creación de una personalidad propia, donde se funden la esmerada preparación técnica y expresiva de los bailarines con la apuesta por una concepción escénica de refinado vanguardismo.

El director artístico ha recordado que esta compañía tiene un amplio repertorio con coreografías de los creadores más prestigiosos de la danza actual, entre ellos Kilyán, Forsythe o Nacho Duato. "El Ballet de la Ópera de Lyon es bastante sólido y ofrece también clásico, pero con una visión más joven. A los bailarines les gusta tener un repertorio más variado y contemporáneo", ha indicado añadiendo que hoy en día "un bailarín es algo más cercano a un actor".

ESTÉTICA JAPONESA

'One of a kind' es, según Loukos, "una coreografía muy a la Forsythe". El director artístico ha recordado que Kylián "tiene una relación muy particular con la estética japonesa" y que es "el coreógrafo más musical que existe".

Veinte bailarines interpretan esta pieza que no presenta una historia concreta pero que reflexiona sobre la condición humana dividida entre su deseo de independencia y su dependencia de la colectividad. Su estructura en tres actos utiliza una narración abstracta y melancólica, basada en solos y duetos alrededor de las notas desgranadas por el violonchelista, Matthew Barley, que interpreta la música en directo sobre el escenario.

La escenografía que acompaña la obra de Kylián, diseñada por el arquitecto japonés Atsushi Kitagawara, refuerza la idea de lucha interna del ser humano descrita en la obra. El espacio, ocupado por elementos fijos y móviles, esculturas abrazadas por la iluminación de Michael Simon, apoya el virtuosismo de los bailarines.

Fernando Carrión es uno de ellos. Tras formarse con Víctor Ullate y trabajar después seis años con el Ballet de la Ópera de Lyon, el artista ha realizado otras incursiones en la Compañía Nacional de Danza y ahora vuelve con la compañía francesa a bailar esta coreografía de Kylián. "Me da la oportunidad de ser más creativo pues es una compañía que enriquece", ha asegurado.