PIACENZA, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El italiano Ivan Basso confía en recuperar posiciones y recortar tiempo después de las primeras etapas del Giro de Italia y para ello afronta con ambición la contrarreloj por equipos, sobre 38 kilómetros, que mañana se disputa entre Piacenza y Cremone.
Una jornada que también servirá a su director en el CSC, el danés Bjarne Rjis, para sacarse la espina de lo sucedido el año pasado en el Tour de Francia cuando una caída de David Zabriske, cerca de la meta, le impidió luchar por la victoria de etapa y por mantener el liderato.
Sin embargo, Alain Gallopin, otro de los directores de la formación danesa, no considera que la jornada de mañana vaya a ser determinante. "Nosotros vamos a salir a ganar, pero sobre una distancia de 38 kilómetros las distancias no serán muy grandes y en caso de no conseguir el triunfo no será una catástrofe".
La fórmula del tiempo real, sin baremo corrector, pone en riesgo a los equipos menos preparados en esta especialidad entre los que se encuentra el Selle Itali/Colombia del venezolano José Rujano, tercero en el Giro, ante otras formaciones como el Discovery Channel con Savoldelli y a los CSC con Basso.
"Nosotros no hemos preparado especialmente esta etapa", confiesa Gallopin para añadir "es más el trabajo de los últimos años en este tipo de jornadas y es que hay que recordar que en este Giro contamos con seis hombres que ya estaban en nuestro equipo en la pasada edición".
El Giro recupera una modalidad que tenía olvidada desde el 89 y Gallopin reconoce que ello influyó en la formación de los equipos, aunque apunta: "Si Voigt está presente no es por esta etapa, si no porque marcha muy fuerte. Además Julich se ha recuperado bien de sus problemas de alergia que sufrió en el primer día".
El director del CSC reconoce que "siempre conocer el tiempo de los demás es una ventaja", pero en esta ocasión y ante la escasa distancia no le da excesiva importancia ni a que el Discovery salga por detrás de su equipo.
