Eduardo Camavinga, jugador del Real Madrid. - Irina R. Hipolito / AFP7 / Europa Press
MADRID 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid disputa este sábado ante el Borussia Dortmund en Wembley la final de la Liga de Campeones, el partido más importante del año en el que no podrá contar con el mediocentro francés Aurélien Tchouaméni, lesionado, por lo que su compatriota francés, Eduardo Camavinga apunta a ser el jugador que lo supla en el puesto de pivote.
El joven centrocampista francés, a sus 21 años, afronta su segunda final de Liga de Campeones, aunque en esta ocasión su papel en el desarrollo de la misma apunta a ser mucho más protagonista. Desde que llegara al Real Madrid el verano de 2021, Camavinga no ha hecho sino crecer como jugador. El francés ha pasado de ser revulsivo, en su primer curso, y multiusos, en el segundo, a tener un papel mucho más importante en su posición favorita, la de mediocentro, en la actual temporada.
Sin embargo, en los partidos ante rivales más peligrosos, Carlo Ancelotti siempre había apostado por su compatriota Tchouaméni como titular para acompañar a los intocables Kroos, Valverde y Bellingham. Pero la lesión de Tchouaméni ha cambiado por completo los planes del técnico italiano de cara al partido de Wembley, colocando a Camavinga como principal, y casi único, candidato al puesto de '5'.
El ex del Rennes, de 21 años, ha demostrado a lo largo de estas tres temporadas en el Real Madrid que tiene calidad, compromiso y mentalidad para triunfar en el club más exigente del mundo. Su partido gran ante el Manchester City en el Etihad, en el que tuvo que jugar los 120 minutos por sanción de Tchouaméni, es prueba de que está preparado. Sin embargo, una final de la máxima competición continental son palabras mayores.
Su talento y calidad está fuera de toda duda, pero lo que sí que las genera son las desconexiones que a veces tiene dentro de los partidos. Su atrevimiento, desparpajo y confianza en sus cualidades, avaladas con sus números --91,1% de acierto en pases-- le llevan en algunas ocasiones a tomar decisiones sobre el césped que se convierten en un problema para el equipo.
Por ello, ante un equipo como el Dortmund, capaz de generar muchos problemas en la salida de balón del rival, Camavinga deberá de estar más preciso que de costumbre, no dando opción a que jugadores como Sancho, Brandt o Ademyemi puedan aprovechar un error. Así, debe corregir esa más de una pérdida con el balón controlado que promedia cada 90 minutos esta temporada en Liga de Campeones.
Lo que está fuera de toda duda es su despliegue físico y defensivo. En esos menesteres, pocos jugadores son capaces de alcanzar la intensidad de Eduardo Camavinga. El francés es un dolor de cabeza para el centro del campo rival cuando este trata de avanzar con el balón controlado. De hecho, una de las características más relevantes en el juego de Camavinga es su capacidad en el 'tackles'. De hecho, es con 14 el tercer jugador de esta Liga de Campeones con mejores números en esta estadística.
Además, una de las facetas que hace único al internacional es que a su trabajo defensivo y distribución, añade el desequilibrio y verticalidad a través de la conducción y el regate. El francés promedia en esta Liga de Campeones una media de 14 progresiones con balón de más de 10 metros, siendo uno de los mejores centrocampistas de la competición en este aspecto. Además, con 19 regates es el quinto jugador del Real Madrid --tras Vinícius Junior, Jude Bellingham, Rodrygo y Brahim-- que más ha desbordado en esta Champions.
Así, a sus 21 años, Camavinga está ante un partido que puede marcar su carrera en el Real Madrid, demostrando que está más que preparado para asumir galones de titular de cara a los próximos años. Más aún teniendo en cuenta la retirada de Toni Kroos, que abrirá bastante las posibilidades del centro del campo de Carlo Ancelotti el próximo año. Por eso, nada mejor que doctorarse en una final de la Liga de Campeones en uno de los estadios más importantes del mundo del fútbol, Wembley.