El Fiscal pide el descenso de la Juve a la Serie C y de Milan, Fiore y Lazio, a la B

Actualizado: martes, 4 julio 2006 15:31


ROMA, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

El fiscal deportivo de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) Stefano Palazzi realizó hoy la solicitud de sanciones y suspensiones para los implicados en el escándalo de amaño de partidos que se juzga en el país transalpino en el juicio que se celebra en el estadio Olímpico de Roma.

Palazzi solicita el descenso de la Juventus a la Serie C o a una categoría inferior, así como la penalización de seis puntos para el club, además de despojarla del 'scudetto' que conquistó en 2005 y no concederle el recientemente logrado en 2006.

Igualmente, Palazzi pidió al tribunal deportivo que investiga el caso el descenso de AC Milan, Fiorentina y Lazio a la Serie B, con penalización de tres puntos para el club 'rossonero' y de 15 para los otros dos en cuanto a las sanciones deportivas.

Por lo que se refiere a los directivos, solicita cinco años de inhabilitación para Luciano Moggi y Antonio Giraudo, ex director general y ex administrador delegado del Juventus; así como para los hermanos Andrea y Diego Della Valle, presidente y propietario de la Fiorentina y al administrador Sandro Mencucci.

Igualmente, se piden cinco años para Franco Carraro e Innocenzio Mazzini, ex presidente y ex vicepresidente federativos, el presidente del Lazio, Claudio Lotito, y el gerente del Milan, Leonardo Meani, así como dos para Adriano Galliani, vicepresidente del Milan.

SANCIONES A LOS ARBITROS

Respecto al asunto arbitral, se solicitan cinco años para los ex designadores arbitrales Paulo Bergamo y Pierluigi Pairetto, los mismos que para el colegiado Massimo de Santis y uno para Gianluca Paparesta.

Por otra parte, la acusación aseguró al tribunal que juzga el caso, que los técnicos de los cuatro equipos estaban involucrados en un "malicioso" y "sofisticado" sistema para tratar de influenciar a los árbitros y los resultados de los partidos.

El sistema servía para nombrar árbitros amigos para los partidos, así como para influenciar en las decisiones sobre el campo y conseguir que jugadores rivales fueran amonestados para perderse partidos importantes, según explicó Palazzi al tribunal instalado por la federación italiana en una sala de prensa del Olímpico de Roma.