SEVILLA, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Sevilla encarará su participación en la próxima edición de la Copa de la UEFA con el Red Bull Salzburgo como primer adversario, equipo que, pese a ser claramente inferior a los nervionenses, es capaz de vender cara la eliminatoria a poco que se despisten los blanquirrojos, y que destaca, especialmente, por su fortaleza en el juego aéreo.
Fundado en 1933 y refundado posteriormente en 1950, el conjunto austríaco, que es propiedad de la empresa de bebidas isotónicas que le da nombre, juega en el Red Bull Arena, con capacidad para 31.100 espectadores, y posee en sus vitrinas cuatro Ligas (1994, 1995, 1997 y 2007) junto con cuatro Copas de Austria (1974, 1980, 1981 y 2002).
El Salzburgo viene de superar dos rondas previas en esta misma competición, y tiene, además, la ventaja de estar más rodado, puesto que lleva ya jugadas siete semanas en su Liga, donde va tercero, con catorce puntos, a dos del líder, el Rapid de Viena que lleva 16.
Dirigido por un entrenador de larga trayectoria profesional, como es el holandés Jacobus 'Co' Adriaanse, el principal peligro del Salzburgo reside en su delantero y máxima estrella Marc Janko. Igualmente, su centro del campo cuenta con Sasa Ilic, un jugador experimentado y perfecto conocedor de la Liga española, tras su paso por el Celta de Vigo, sin olvidar al suizo Volanthen. Otros nombres a destacar son el internacional austriaco Ronald Gercaliu e Ibrahim Sekagya en defensa.
Sin embargo, el potencial de los sevillistas, que vuelven a jugar el torneo que ya ganaron en 2006 y 2007, es netamente superior. Tan sólo el hecho de jugar el primer partido en casa, el 18 de septiembre, y tener que dirimir el segundo envite en Salzburgo el 2 octubre puede suponer un pequeño problema añadido para los hombres de Manolo Jiménez.
