BARCELONA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Pep Guardiola, nuevo entrenador del FC Barcelona para las dos próximas temporadas, ha asegurado que entiende que haya "dudas" sobre su capacidad para dirigir al primer equipo barcelonista debido a su falta de experiencia como técnico, pero insistió en que no habría aceptado si no sintiera que está "preparado" para afrontar este "gran reto".
El ex jugador lleva un año en los banquillos como técnico del Barça B, al que ha ascendido de Tercera a Segunda B, y da el salto del Miniestadi al Camp Nou como sustituto de Frank Rijkaard, que fue relevado del cargo después de dos años sin títulos y tras haber ganado una Liga de Campeones, dos Ligas y una Supercopa españolas.
El técnico catalán, de 37 años, llegó a las categorías inferiores del Barça con 13 años, debutó a los 19 en el primer equipo, del que fue jugador durante 11 años (1990-2001) en que consiguió la primera Copa de Europa del club, seis Ligas, dos Copas del Rey, una Recopa, dos Supercopas de Europa y cuatro Supercopas de España.
Este mediodía, fue presentado como nuevo entrenador del Barcelona. El presidente de la entidad, Joan Laporta, y el secretario técnico Txiki Begiristain, su antiguo compañero en la época del 'Dream Team' que dirigía Johan Cruyff, acompañaron a Guardiola en el acto, celebrado en la sala que acoge las presentaciones de los principales fichajes.
Guardiola agradeció "al presidente antes que a nadie" y a Begiristain la oportunidad que le han dado, tanto para dirigir al filial el año pasado como ahora, y expresó su confianza en asumir con éxito su nueva responsabilidad. "Siento que no les fallaré y que estoy preparado. Si no sintiera que estoy preparado, no estaría aquí", afirmó.
"NO ESTOY AQUI PARA PEDIR TIEMPO NI 100 DIAS DE GRACIA".
"Creo en el trabajo, en el esfuerzo y en el talento y me van a dar una plantilla de la que no puedo quejarme. Sé que todo cuesta mucho y que el trayecto será duro, pero persistiré. No estoy aquí para pedir tiempo. Sé cuál es la situación del club. No pido 100 días de gracia ni nada porque tenemos que trabajar desde el primer día", explicó.
Guardiola considera que no puede "prometer títulos", pero está "convencido de que la gente estará orgullosa" de su equipo y de sus jugadores, a los que quiere "convencer", como a todos los aficionados, de que su filosofía de juego "es el camino que más rápido nos puede acercar a la victoria", y no duda que "será un gran año" para el Barça.
De todas maneras, dijo "entender las dudas" sobre su capacidad debido a su corta experiencia como entrenador --"básicamente no tengo experiencia porque tengo 37 años"-- y asume que su "único mérito" es que ha sido el elegido para el cargo y que la apuesta del club también se debe a su trayectoria como jugador del Barcelona.
"Hay otros con más experiencia, pero me han elegido y me siento fuerte. No tengo miedo ni estoy asustado ante este reto", dijo. "No niego --explicó después-- que estoy aquí también por lo que he hecho en esta casa como futbolista. Entiendo las dudas, pero siento que a los dos meses irán a menos porque creo que estoy preparado".
"Si no sintiera que estoy preparado, no estaría aquí porque tengo demasiado respeto por la institución", insistió. Guardiola también entiende que "desde ya tenemos que ponernos las pilas" y quiere llegar "lo más fuerte posible" a la ronda previa de la Liga de Campeones. Su primer objetivo será implantar su filosofía de juego en el vestuario.
JUEGO DE ATAQUE, TRABAJO Y DIÁLOGO EN EL VESTUARIO.
El de Santpedor se declaró "fan absoluto del fútbol de ataque" quiere un Barça "que sea protagonista y salga a buscar los partidos por una cuestión primitiva: cuando el balón está en el campo contrario estoy tranquilo y cuando está en mi campo sufro más". "No puedo ganar si no transmito aquello que siento", comentó.
En su discurso, también explicó que quiere un grupo comprometido con el trabajo de equipo, que asuma que "no por tener más delanteros atacas mejor ni por tener más defensas defiendes mejor, sino que atacas mejor si defiendes bien y defiendes mejor si atacas bien". Además, fue rotundo al afirmar que "el equipo currará y se esforzará".
Guardiola no es partidario de hablar de 'mano dura' en el vestuario, sino de diálogo para "convencer" a los jugadores de que "todos juntos son más fuertes y que uno solo no es nada". Por ello, avisó que no piensa "tolerar que uno piense en él por delante del colectivo" y que instaurará unas normas que espera se cumplan "con normalidad".
En este sentido, le parece que está "bien" el código interno de disciplina del club, pero subrayó que "lo importante es lo que sientan los jugadores". Por otra parte, confirmó que piensa restringir el acceso de aficionados y periodistas a algunos entrenamientos (los días antes y después de los partidos) y también en algunas fases el resto de días.
Por último, mostró su deseo de "aglutinar a la gente para que se enganche al equipo" y apuntó que "por poco que le demos, la gente responderá, pero no podemos fallar en los primeros pasos". Quiere "crear un grupo fuerte" y centrarse en la situación deportiva del club y apenas se pronunció sobre la moción de censura presentada contra la directiva.
Guardiola espera una alta participación en la votación prevista para el 6 de julio, que decidirá la continuidad o no de la junta de Laporta. "El club saldrá reforzado cuanta más gente vaya a votar y ojalá fueran todos los socios a votar porque saldrían reforzados el presidente y también la institución. Que dedidan los socios", concluyó.