PEKÍN, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El español Jesús España se mostraba satisfecho por sus prestaciones en la ronda de clasificación para la final de los 5.000 metros y aseguraba que la carrera le había servido para "quitarle la carbonilla al motor".
España, séptimo en los pasados Mundiales de Osaka, aspira a mejorar esa plaza en una prueba que es coto de los africanos, pero en la que se ha desenvuelto con facilidad como campeón de Europa en 2006.
"El primer mil ha sido el más lento del mundo y he entendido que tenía que clasificarme por puestos. No he querido acelerarla porque era un desgaste innecesario de cara a la final", explicó España, que se 'alegró' de la definitiva ausencia de Ramzi, campeón del 1.500.
"Si hubiera estado Ramzi hubiera sido quinto y entonces se me hubiera quedado cara de tonto", comentó el madrileño, quien apunta a Kenenisa Bekele como el gran favorito al oro olímpico después de "estar más sobrado que nunca" en el 10.000 y desacredita a Lagat, campeón mundial en Osaka.
España, que estará en la final acompañado de su compatriota Aelemayehu Bezabeh, mostró su deseo de acabar "entre los ocho primeros" para salir en el libro olímpico.