PEKÍN, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El español Jackson Quiñónez confirmó su presencia en la final de los 110 vallas de los Juegos Olímpicos de Pekín y la valora como "un regalo" por el trabajo "duro" de toda la temporada, aunque asume que las fuerzas "flaquean" a medida que avanzan las carreras.
Quiñónez no regala sus oídos con la posibilidad de medalla en la final. "Nosotros estaremos ahí, dando el callo, intentando luchar y más que todo disfrutar ahora, disfrutar de lo que viene. De verdad que con el esfuerzo que hemos hecho mi entrenadora y yo nos lo merecemos", apuntó.
El atleta de origen ecuatoriano pretende "seguir luchando por el récord de España". "He intentado corregir un error, ayer salí un poco más rápido y comencé a correr desde la primera valla. No estoy acostumbrado a correr ese tipo de carreras, tengo que entrenar ese estilo", subrayó.
Por otro lado, Quiñónez tiene claro que el triunfo será para el cubano Dayron Robles y que el récord mundial también podría caer. "Viene de una escuela humilde, donde se enseña a ser deportista con una disciplina muy grande. Yo estuve una época trabajando con ellos, con esa escuela, conozco a su entrenador, y sé cómo crean a los deportistas, con una base en la humildad y un sentido de la responsabilidad del deporte enorme, y eso te distingue de todos", comentó.