JJ.OO.- Decenas de miles de personas acuden a escuchar al Dalai Lama en un estadio de Seattle

SEATTLE (ESTADOS UNIDOS), 13 (Reuters/EP)

Decenas de miles de personas acudieron ayer al estadio deportivo de Seattle para apoyar el llamamiento del Dalai Lama, el líder espiritual de Tíbet en el exilio, para acabar con la violencia y hacer del siglo XXI "el siglo del diálogo".

Los organizadores aseguraron que acudieron unas 51.000 personas, algunas de las cuales convirtieron el encuentro en un espectáculo musical tocando timbales. Además de la multitud de familias congregadas, algunos líderes indios americanos, que portaban sus clásicos sombreros de plumas, hicieron sus bailes típicos y escucharon con atención las palabras del Dalai Lama.

El líder tibetano, que hablo de compasión, estuvo sentado en una silla roja situada bajo un toldo en el césped del estadio. El Dalai Lama no hizo ninguna referencia a los recientes disturbios sucedidos en Tíbet ni a las sugerencias de que los líderes políticos del mundo boicoteen la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos 2008, que se celebrarán este verano en la capital china, Pekín.

De hecho, el viernes pasado, el Dalai Lama afirmó que no apoya el boicot, aunque ha rechazado las acusaciones de China, que le culpa de dirigir los enfrentamientos cruentos de los ciudadanos tibetanos independentistas con la Policía acaecidos el mes pasado.

La reunión de Seattle fue la mayor del evento comunitario de cinco días de duración para promover la compasión creado por el grupo Semillas de Compasión. Algunos de los asistentes aclararon que no era una concentración "religiosa" o destinada a "escuchar mensajes políticos" y la calificaron de "oportunidad única" para llamar la atención del Gobierno de China. En el evento, el Dalai Lama pidió la eliminación de las armas nucleares y habló del papel de las mujeres en el cultivo de la compasión

En otro orden de cosas, la agencia oficial de noticias de China, Xinhua, informó ayer de la detención de nueve monjes budistas sospechosos de atacar con bombas un edificio del Gobierno chino en Tíbet.