Pekín, lastrada por el caos circulatorio y la contaminación, está ya casi lista a falta de menos de cuatro meses para los Juegos
PEKÍN, 15 Abr. (del enviado especial de EUROPA PRESS, Gaspar Díez) -
Un ligero manto de contaminación ocultaba hoy el Estadio Nacional de Pekín, popularmente conocido como 'El Nido' (por su entrelazada estructura), la joya arquitectónica de los Juegos Olímpicos de 2008, que inaugurará el octavo presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el doctor Jacques Rogge, a las 8 de la tarde del 8 del mes 8 de 2008.
Pekín no es Londres, pero lo parece. Una niebla formada por los gases contaminantes de los cerca de 3,2 millones de vehículos que echan a andar a diario en esta megalópolis de más de 15 millones de habitantes tejen sobre su 'skyline' una nube tras la que se ocultan las instalaciones olímpicas en el norte de la capital.
"Hoy no está muy contaminado. Hace nueve años era mucho peor. Hemos ganado cien días de sol al año y el peor mes es marzo. En agosto estará todo muy despejado", apunta la guía china que acompaña al grupo de la prensa española, miembros del Comité Olímpico Español (COE), organizador del viaje, y el CSD, y algunos presidentes de federaciones, en su visita a las instalaciones que albergarán los récords y medallas olímpicas el próximo verano.
Para minimizar los efectos de la polución durante los Juegos, el Comité Organizador, el BOCOG, tiene previsto habilitar un carril exclusivo que sólo podrán emplear aquellos vehículos acreditados pertenecientes a la familia olímpica y reducir la circulación de los coches en función de su matrícula, par o impar, en días alternos.
El traslado del centro de la ciudad al Estadio Olímpico, entramado de acero de formas imposibles y situado junto a uno de los cinco anillos de circunvalación que rodean la ciudad, es un viaje interminable por el exceso volumen de tráfico de coches y muchas de las ocho millones de bicicletas que tiene censadas la 'capital del norte'.
'El Nido', 330 metros de largo, 220 de ancho y 69 metros de altura, diseñado por los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, los responsables del diseño del ultramoderno Allianz Arena de Munich, está tejido con una red de acero y cubierto por una membrana transparente de impactante aspecto desde muchos centenares a la redonda.
A su lado se levanta el hotel Catic, donde dormirán los centenares de oficiales de atletismo del COI, y por el otro, el Centro Acuático, el 'Water Cube', un 'Cubo' azul de enorme luminosidad interior, el pabellón de Gimnasia y balonmano y los centros habilitados para los medios acreditados de televisión con derechos (IPC) y prensa (MPC).
De aspecto mucho más austero arquitectónicamente, pero grandioso por su tamaño, el MPC dispone de cinco salas para conferencias, 3 con capacidad para 80 personas, 1 para 200 y una sala de butacas rojas para 800 periodistas que podrán seguir las ruedas de prensa en traducción simultánea de ocho idiomas, entre ellos el español.
UNA CIUDAD PARA 6.000 ATLETAS.
Cuarenta y dos bloques con pisos de uno, dos y tres dormitorios -camas de 2x1 metros, ampliables en 30 centímetros más para el descanso de los jugadores de baloncesto, balonmano o voleibol- componen la moderna Villa Olímpica, donde convivirán unos 6.000 atletas en el período de los Juegos.
Al término de los mismos, los apartamentos serán ocupados por las aproximadamente 1.800 familias que ya han pagado unos 2.000 euros el metro cuadrado que cuesta adquirir el piso donde habrán dormido Pau Gasol o Rafa Nadal.
El manacorí disputará el torneo en el Centro de Tenis, con capacidad para 10.000 plazas y la misma superficie rápida que se emplea en el Abierto de los Estados Unidos. El complejo tenístico dispone de 16 pistas en total, 6 de ellas destinadas a entrenamientos, y se convertirá en el futuro en un club municipal de tenis, aunque no descarta ser la sede de alguno de los Masters Series del circuito de la ATP.
Cerca de él, la sede del hockey sobre hierba, 10.000 plazas el campo 1, la de tiro con arco (4.500), provisional y que será desmontada al concluir la competición, están escoltadas, como todas, por vigilantes de seguridad que siguen una disciplina militar, cuerpo erguido y mirada hacia el infinito con traje y gorro verdes.
Una disciplina que también guardan estos días las chicas del equipo español de sincronizada de Anna Tarrés, que reciben a la delegación española mientras preparan el Preolímpico que se disputa este próximo fin de semana.
"Hay mucha contaminación", se queja Paola Tirados. "La instalación es bonita, la luz es natural y eso se agradece, aunque no es la mejor que he visto. Eso sí, el agua está un pelín fría", apunta sobre el 'Cubo', la sede de las pruebas de natación, la reciente cuádruple campeona de Europa Gemma Mengual, ejerciendo de portavoz de las sirenas nacionales.
