Foto: USA TODAY SPORTS / REUTERS
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MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
El tenista suizo Roger Federer se clasificó este jueves para las semifinales del Abierto de los Estados Unidos, cuarto y último 'grande' de la temporada, después de firmar una gran remontada ante el francés Gael Monfils, al que derrotó en cinco sets (4-6, 3-6, 6-4, 7-5, 6-2) después de tres horas y 20 minutos de partido.
El cinco veces campeón en Nueva York estuvo en el filo de la navaja ante el jugador galo, una amenaza hasta el quinto parcial y que, además de estar dos sets a cero arriba, gozó de dos bolas de partido en el cuarto parcial.
Pero a todas estas vicisitudes se sobrepuso el de Basilea, que tiró de su experiencia para salvar un duro compromiso ante el parisino y retornar a las semifinales en el Flushing Meadows por primera vez desde 2011 y por novena vez en su carrera, donde se medirá con el croata Marin Cilic.
El exnúmero uno del mundo estaba firmando una gran andadura hasta este partido que muy pronto se le puso cuesta arriba porque Monfils, que quiere volver a estar entre los mejores tras un periodo de lesiones, comenzó a gran nivel y sin dar demasiadas opciones a su rival.
Así, tras salvar un primer complicado saque, el francés se asentó y rompió en el sexto juego para tomar una ventaja que ya no perdería para llevarse el primer set. Las dudas atenazaron a Federer, que empezó a cometer muchos errores no forzados, mientras que el galo crecía en la pista y con un tempranero 'break' en la segunda empezaba a atisbar la sorpresa en la Arthur Ashe.
Pero el de Basilea reaccionó a tiempo. Minimizó casi al máximo sus fallos en el tercer parcial y con su 'drive' empezó a minar la resistencia del vigésimo favorito en Nueva York, que perdió por primera vez su saque en todo el encuentro en los primeros compases del tercer set, lo que le costó el parcial.
Monfils no se descentró por esta situación ni por perder su servicio al inicio del cuarto. El parisino recuperó la desventaja y entonces se encontró con su gran oportunidad restando con 5-4 a favor, cuando gozó de dos bolas de partido. Sin embargo, la clase de Federer salió a relucir y una magnífica volea y un poderoso 'drive' le permitieron salvar esta complicación que significó el principio del fin para su rival, que ya sólo pudo hacer dos juegos más y que se despidió con amargura de Nueva York.
