Actualizado 25/09/2006 19:30

RSC-Fundación Africana de Medicina y Recursos acusa a la OMS de recomendar "a la ligera" el uso masivo del pesticida DDT

AMREF cree que las fumigaciones domiciliarias son arriesgadas si no tienen todas las garantías y apuesta por las mosquiteras impregnadas


MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Africana de Medicina y Recursos (African Medical & Research Foundation, AMREF), alertó hoy en un comunicado sobre la reciente declaración pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la que recomendaba el uso masivo del pesticida DDT (diclorodifeniltricloroetano) en África, usado extensamente en el pasado para controlar insectos en agricultura y que transmiten enfermedades como la malaria.

A su juicio, estas declaraciones en la que la OMS recomienda de forma "tan activa" el uso generalizado de este insecticida en África, "demuestra que en Occidente, a menudo se hacen recomendaciones y se dan opiniones muy a la ligera, sin tener en cuenta ni comprender el contexto sociocultural africano".

"Todas aquellas organizaciones y personas que trabajamos por, para el continente africano, tenemos la obligación de actuar de forma fundamentada y realista respecto a su contexto socio-económico", explica la organización en un comunicado.

Por eso aclaran que el uso masivo de las pulverizaciones con DDT en espacios cerrados con efectos remanentes que recomienda la OMS "no es una intervención factible, ni logística ni económicamente hablando". Sobre todo, agregan, "existiendo alternativas mucho más viables y extendidas como son el uso de mosquiteras impregnadas con insecticida que han demostrado ser altamente eficaces".

Para ser efectivas, este tipo de pulverizaciones requieren que al menos un 80% de todos los hogares de una misma zona donde se interviene sean fumigados de manera periódica cada 6 ó 12 meses por equipos que han de estar previamente formados y bien coordinados, "algo absolutamente imposible en buena parte de los países subsaharianos, como la República Democrática del Congo, donde la población se encuentra dispersa en un entorno tropical o semi-tropical, con ausencia total de infraestructuras y muy a menudo con un contexto inestable, cuando no de conflicto armado abierto".

Asimismo, considera "imposible" la actuación que propone la OMS, especialmente en la mayoría de países subsaharianos. "Es mucho más realista asegurar que las familias tengan una nueva mosquitera cada cuatro o cinco años", agrega. Las mosquiteras "son ligeras, fáciles de utilizar y pueden ser transportadas sin problemas incluso por grupos de desplazados o por comunidades nómadas", dice.

En su opinión, "la distribución de mosquiteras impregnadas es más factible tanto desde el punto de vista logístico como económico o social que la utopía de intentar llegar al 80% de todos los hogares africanos con un auténtico ejército de equipos fumigadores como mínimo cada doce meses".

EJEMPLOS ENGAÑOSOS

Sudáfrica es uno de los países que la OMS pone como principal ejemplo respecto a los beneficios del uso de DDT para pulverizar interiores. Pero éste es un ejemplo "claramente engañoso". Para empezar, "este país apenas sufre malaria y su transmisión, en su mayoría, es estacional y limitada a un área minúscula en el noreste del país".

Además, en el país "hay buenas infraestructuras y un razonablemente bien financiado Ministerio de Sanidad". Aquí, "es relativamente fácil controlar la malaria mediante las técnicas que se proponen desde la OMS", afirma AMREF.

Pero no ocurre así en otros países como Congo. "No es realista asumir que este sistema pudiese llevarse a cabo de forma regular, algo absolutamente necesario para que esta actuación sea efectiva", afirma la Fundación.

Como la OMS, AMREF apoya el uso de DDT como medio para controlar la malaria, "pero exclusivamente en casos concretos en que sea posible asegurar una actuación prolongada en el tiempo y siempre que no comporte riesgos para el Medio Ambiente", continúa la nota.

Nadie que tenga un mínimo conocimiento técnico en este tema duda del valor de las pulverizaciones intradomiciliarias con DDT para exterminar y repeler los mosquitos que transmiten la malaria, que mata a más de un millón de seres humanos al año, de los que 800.000 son niños africanos, "pero realmente el riesgo está en generalizar una práctica compleja sin contar con las mínimas garantías".

Por tanto, esta nueva declaración de la Organización Mundial de la Salud es, a su juicio, "engañosa" y de ninguna manera "operativa". Para AMREF, "es un paso atrás en una guerra contra la malaria", una guerra "que de ninguna manera queremos perder", concluye el comunicado.