Actualizado 24/11/2008 16:14

El CGPJ modificará su reglamento para que los jueces de violencia de género tengan que estar especializados

El Observatorio contra la Violencia de Género reivindica una reforma legal que ponga cota a la dispensa


MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) modificará el Reglamento de la Carrera Judicial para que la formación previa sea obligatoria en los jueces de violencia de género, ya que en la actualidad, la especialización no es una condición insuperable para acceder a la plaza, según explicó hoy la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género, Inmaculada Montalbán.

En un encuentro informativo, Montalbán señaló que el organismo dependiente del CGPJ pretende así que "al igual que ocurre con los juzgados de menores o los juzgados de lo mercantil", el magistrado "tenga que superar unos cursillos" para poder ocupar la plaza al frente de un juzgado dedicado a la violencia de género de forma mixta o en exclusiva.

"Hoy por hoy, la especialización no es un requisito para acceder a la plaza", destacó Montalbán, quien lamentó que en la actualidad "no hay una especialización" de los magistrados. No obstante, matizó que "la mayoría de los jueces" que están ejerciendo en materia de violencia de género "sí han recibido una formación", ya que cuentan con un módulo sobre la materia en la Escuela Judicial y se organizan cursillos y jornadas temáticas de carácter voluntario.

Estas iniciativas permiten que los jueces conozcan los distintos aspectos que intervienen en el proceso de violencia de género, desde el modo en que el agresor comienza la captación de la víctima y su aislamiento social hasta las expectativas que ésta deposita en las autoridades judiciales para la solución del problema.

Sin embargo, Montalbán incidió en la necesidad de homogeneizar los criterios de formación y en la importancia de que ésta tenga "un carácter multidisciplinar" para que los jueces puedan conocer las señas de identidad propias de esta tipología criminal y puedan así "gestionarlas".

EL RETO DE LA RENUNCIA, EL "FANTASMA" DE LA DISPENSA

Como ejemplo de estas características propias, la responsable del Observatorio citó las renuncias y desistimientos de las denunciantes. "Si no existieran renuncias, no tendríamos que formarnos porque el proceso iría por el camino penal normal", destacó. En este sentido, apuntó la importancia de "empoderar a la víctima y acompañarla durante todo el proceso" para que no se desmoralice frente al agresor y acabe desistiendo.

Asimismo, Montalbán se refirió al "fantasma" de las dispensas, un mecanismo previsto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que los testigos víctimas de una agresión puedan no declarar contra su familiar. Según explicó, este sistema se está aplicando a las víctimas de violencia de género, lo que dificulta el esclarecimiento de los hechos, por la relación de parentesco que suele unirlas con sus agresores.

Por este motivo, el Observatorio es partidario de una reforma legal que aclare qué personas pueden acogerse a la dispensa ya que "una renuncia no puede implicar perjuicios añadidos para la víctima".