Una veintena de personas con discapacidad intelectual se incorporan a un proyecto de inserción socio laboral en Madrid

MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

Una veintena de personas con discapacidad intelectual se han incorporado al Proyecto Vulcano, un proyecto de inserción socio laboral desarrollado por la Federación de Organizaciones en favor de Personas con Discapacidad Intelectual de Madrid (FEAPS) y la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid.

Según ha informado FEAPS mediante un comunicado, los destinatarios principales del proyecto son personas con discapacidad intelectual en situaciones de mayor vulnerabilidad y mayores dificultades de acceso al mercado de trabajo como madres con discapacidad intelectual o personas que se encuentran en situación de especial desventaja social.

El proyecto, que se inició en octubre y se desarrollará a lo largo de todo el 2012, ha identificado y entrevistado a 20 personas con discapacidad intelectual para su incorporación al proceso de inserción y desarrollo de su itinerario personal para la búsqueda activa de empleo.

De manera paralela, el proyecto Vulcano trabajará con el tejido empresarial de cara a identificar perfiles que se ajusten a las competencias del trabajador y establecer compromisos entre las partes que faciliten la inserción y los beneficios que el trabajador con discapacidad intelectual puede aportar a la empresa.

Para FEAPS Madrid, el empleo es una de las mejores herramientas para la inclusión social, y desde los Servicios de Inserción Laboral de su red de entidades federadas, se trabaja para mejorar la situación laboral del colectivo e incorporar a las personas con discapacidad intelectual al mercado laboral. Con el proyecto Vulcano, está previsto que a lo largo de 2012 se realice el acompañamiento en la inserción laboral a 41 personas con discapacidad intelectual.

Las especiales necesidades de colectivos en mayor situación de vulnerabilidad hace que el Proyecto Vulcano se diseñe para dar respuesta a las necesidades de madres con discapacidad intelectual para quienes las dificultades de acceso al empleo se multiplican de forma exponencial por el hecho de ser mujeres, tener discapacidad intelectual y además ser madres.

Del mismo modo, en el caso de las personas con discapacidad intelectual en riesgo social por su situación penal, las acciones se dirigen a una población mayoritariamente masculina, con un rango de edad de entre 25 y 35 años, con una discapacidad ligera o límite y para quienes la falta de oportunidades para acceder al mercado laboral ha derivado en una conducta o acción delictiva.