Actualizado 18/02/2008 19:14

El acusado de abusar de sus dos hijastras en Sevilla dice que lo denunciaron para vengarse por su mala relación

SEVILLA, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

El individuo, J.G.M., acusado de masturbarse delante de dos de las hijas de su pareja, menores de edad, y de toquetear a una de ellas, negó hoy que tales abusos sean ciertos y defendió que las niñas lo denunciaron para vengarse por la mala relación que mantenían.

En la vista oral celebrada en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla, el fiscal, que solicita una pena de 12 años de prisión para el inculpado --tres años por abusar de una de las menores y nueve por los abusos a la otra pequeña, que tiene deficiencia visual y auditiva--, reconoció el grado de tentativa para el segundo de los delitos, por lo que la pena bajaría de nueve a cuatro años.

El Ministerio Público explicó que ambas menores reconocieron los abusos, que no fueron denunciados antes por "miedo". Así, la menor con deficiencia ha narrado que el procesado "ponía sus genitales" entre sus piernas, hecho que el fiscal ha entendido para concluir que el J.G.M. "tenía el propósito del acceso carnal".

Asimismo, una de las peritos encargadas de hacer un informe psicológico de las víctimas apuntó que los testimonios son "creíbles", por lo que los hechos "probablemente" sean veraces. "En asuntos como este los menores no suelen mentir porque no son cuestiones que estén en sus campos de experiencia", concluyó.

Por su parte, la representación jurídica del acusado pidió la libre absolución de su cliente al considerar que los hechos no han quedado acreditados.

El procesado, según el escrito de acusación del fiscal, al que tuvo acceso Europa Press, vivió varios años con una mujer que tenía cuatro hijos, entre ellos dos niñas menores de edad. La pareja y los niños residieron en Sevilla hasta 1999, trasladándose a Tenerife, donde residieron hasta junio de 2002, cuando regresaron a Sevilla y se instalaron en la calle Campos de Mártires de la capital.

En este contexto, el Ministerio Público relata que el inculpado, "con la intención de satisfacer sus apetitos lascivos", aprovechó un día en que su compañera sentimental había ido al médico para pedirle a una de las menores, de cinco años, que "le tocara el pene". Tras esto, el fiscal agrega que en repetidas ocasiones el imputado "solía tocarse los genitales en presencia de la niña".

En una ocasión, J.G.M. pidió a la niña que "se acostase con él" al tiempo que, "desnudo, rozaba con sus genitales las piernas de la niña", momento que aprovechó la pequeña para huir a su cuarto.

De otro lado, el fiscal apunta que con relación a la otra menor, que además de ser deficiente visual padece una enfermedad que le limita enormemente sus posibilidades comunicativas, el inculpado se masturbó varias veces en su presencia llegando a rozarse con ella y a eyacular. En esta línea, el Ministerio Fiscal asevera que "muy a menudo le introdujo su dedo tanto en la vagina como en el ano".

Por todo ello, el fiscal considera que los hechos relatados son constitutivos de dos delitos de abuso sexual sobre menores por lo que reclama 12 años de cárcel para el inculpado y el pago de 30.000 euros en concepto de indemnización por los daños morales causados.