Actualizado 03/12/2008 16:26

Un jesuita denuncia el "fracaso" de la reapertura de escuelas en R.D. Congo por miedo al reclutamiento y a violaciones

MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

La reapertura de las escuelas en la región del Kivu Norte (República Democrática del Congo) ha sido "un fracaso", ya que la población de la zona aún "tiene mucho miedo" de que sus hijos sean reclutados por la fuerza y las niñas sean raptadas para ser utilizadas como sirvientas o violadas, según afirmó hoy el jesuita español residente en la localidad de Goma, Juanjo Aguado.

En este sentido, el religioso subrayó que el conflicto se mantiene en la zona y que, aunque "los miles de desplazados que viven en los campos tratan de reponerse", "ha pasado en los últimos años a gran escala y sigue pasando por desgracia ahora". "La gente vive todavía como en tierra 'extraña', con desconfianza y angustia especialmente por las noches", añadió.

Además, según el jesuita, algunas de las escuelas fueron empleadas durante las últimas semanas como campamentos militares y se han dado numerosos saqueos y robos en los colegios.

"Se espera que el próximo lunes los padres se animen a llevar a los niños a las escuelas", manifestó Aguado, que añadió que "en cuanto lleguen" se distribuirá el stock que tienen en la ciudad de Rutshuru de cuadernos y bolígrafos para 3.000 niños.

Por otro lado, en los últimos días el jesuita visitó el campo de desplazados de Kiwanja (localidad a 5 Km. de Rutshuru), donde habitan 6.000 personas frente a un cuartel de la MONUC (fuerzas de seguridad de la ONU). "Es el único lugar donde sienten una mínima, muy muy mínima, seguridad", apuntó el misionero en un comunicado de la Compañía de Jesús de la provincia de Castilla.

En este campo se han construido letrinas nuevas, "pero no tienen agua y apenas nada de comida, porque como estos desplazados no son residentes reconocidos de Kiwanja, no pudieron aprovechar nada del reparto de comida que se hizo hace 2 semanas", explicó Juanjo Aguado, que considera "complicado" que las autoridades locales concedan el permiso necesario para que las ONG puedan realizar repartos el próximos lunes, ya que "creen que si se les dan cosas, luego no querrán volver a sus casas".

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