SEVILLA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Federación de Asociaciones Pro-Inmigrantes Andalucía Acoge reclamó este jueves que "no se utilice la inmigración como chivo expiatorio de los males de la sociedad" y solicitó que, a la hora de modificar la vigente Ley de Extranjería, "se retome el espíritu de integración de la Ley de 1998".
A tenor de que se aprobara ayer en el Congreso la proposición de CIU sobre la modificación de la vigente Ley de Extranjería, el presidente de Andalucía Acoge, Ángel Madero, manifestó a Europa Press su preocupación porque esta modificación "pueda suponer un endurecimiento de la legislación que siga el camino contrario al defendido por todos los colectivos sociales: la promoción de la integración".
"Nos parece correcto que se hagan modificaciones a la Ley de Extranjería, porque son necesarias, pero en el sentido de volver a la de 1998, no endurecer la del año 2000, que ya, de por sí, es muy restrictiva", afirmó.
Así, lamentó que en este contexto de crisis económica "se utilice a la inmigración como chivo expiatorio de todos los males de la sociedad", emprendiendo acciones "equivocadas e injustas como aumentar el tiempo de internamiento de los inmigrantes en los centros de manera significativa o la limitación de la reagrupación familiar, la cual impide a las personas inmigrantes vivir en familia".
En este sentido, advirtió que declaraciones como las recientemente realizadas por el líder del PP, Mariano Rajoy, "suponen una criminalización o culpabilización de la inmigración, cuando no hay nada más lejos de la realidad, porque la inmigración irregular es un verdadero drama y no podemos intensificarlo más, sino luchar todos juntos para que la inmigración sea un derecho y no una obligación".
Asimismo, aseguró que España "ha tenido muchos fallos a la hora de regular el flujo migratorio, pues lo ha hecho olvidando la justicia y la humanidad". Por ello, consideró "necesario" mejorar la vigente Ley de Extranjería "volviendo al espíritu de normativa de 1998, donde hubo un consenso general de todos los partidos políticos y una clara apuesta por entender la inmigración como integración y no como represión".