MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El premio Derechos Humanos que concede el Consejo General de la Abogacía (CGAE) de España ha recaído este año en Hadijatou Mani, una nigerina de 26 años que sed ha convertido en la primera persona de todo África occidental que ha ganado un proceso contra su país por no cumplir su legislación en contra de la esclavitud y que ha sido condenado a pagar 17.000 euros.
"Mi primera referencia de ser esclava proviene de cuando me vendieron a los doce años de edad por menos de 400 euros", declaró hoy Mani en una rueda de prensa. "Éramos ocho mujeres esclavas y cuatro legítimas, las ocho hacíamos todo el trabajo de la casa para las cuatro mujeres legítimas y además trabajábamos todo el día en el campo, molíamos el sorgo, el mijo y el maíz, hacíamos la comida para todos, íbamos al pozo, lavábamos toda su ropa y, si no estaba bien hecho o si no lo hacíamos rápido, nos pegaban", añadió.
Mani presentó una demanda contra el Estado de Níger por su inacción y "por la parodia jurídica" que supuso su caso, y lo hizo ante el tribunal de la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (ECOWAS), un proceso en el que estuvo acompañada por la ONG Timidria y por la organización Anti Slavery International, de Londres.
"Es el primer caso en toda África occidental de proceso por esclavitud en el que ha ganado ante el Estado de Níger y en el que su país ha sido condenado a pagar por su inacción una reparación de 17.000 euros", aseguró el presidente de Timidria, Ilguilas Weila.
"Hemos venido a Madrid porque ha sido gracias a los abogados por los que hemos ganado el caso, y para que el pueblo español pueda saber qué ocurre en Níger y cómo permanece en Níger la esclavitud hereditaria, además de enviar una señal a toda Europa de que esta esclavitud es una costumbre en todo el Sahel", añadió Weila.
También manifestó que su ONG apoya a las mujeres que han vivido la situación de la esclavitud para que puedan regresar a sus hogares y hacer una vida normal, una "reinserción socioeconómica gracias a los fondos de nuestros socios, e intentamos que aprendan un oficio, les damos un capital semilla para que puedan poner en marcha una actividad".
"Cuando la liberamos en 2005, gracias a los 15.000 dólares que nos dio el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), conseguimos liberar a otras 30 mujeres, y con esos fondos desarrollamos un proyecto común para todas, les dimos los medios económicos y durante un año hicimos un seguimiento de su actividad", informó Weila.
"Mani estaba en el 'triángulo de la vergüenza, una zona del país formada por cuatro departamentos donde se sabe que se practica la esclavitud que se denomina 'de la quinta esposa', la práctica de tener más mujeres después de las cuatro esposas legítimas", señaló el presidente de Timidria.
LARGO PROCESO
Weila y Mani desgranaron la larga historia que ha vivido esta última durante la batalla judicial que tuvo que mantener con su antiguo dueño. "Teníamos una oficina en la zona donde vivía Hadijatou, y un miembro de la misma se desplazó hasta la casa donde vivía; después de hablar con su amo, éste accedió a firmar tres certificados de manumisión, pero cuando nuestro representante se marchó, decidió que no quería liberarlas", declararon.
Un mes después de que sucediera esto, el responsable de la ONG volvió a su aldea de origen para hacer un seguimiento de su caso y proponerle incorporarse a un programa de reinserción, pero se percató de que no había vuelto a casa de sus padres. Les informa de que su hija ya tiene este certificado y el hermano mayor de Mani decide implicarse en su caso.
"Mani se entera de que es libre y decide regresar a casa de sus padres, pero tan sólo dos días después, su amo va en moto a su casa para preguntar por qué no había vuelto al domicilio conyugal, y ahí fue cuando Hadijatou pregunta a su amo por qué no le había comunicado que había firmado este certificado", informó Weila. "Es entonces cuando decide luchar por su libertad y se dirige a Timidria para conservar la libertad que le corresponde", añadió.
Pero el amo demanda a Mani, a su hermano mayor y al representante de Timidria alegando abandono del domicilio conyugal. El juez ante el que presenta esta demanda se da cuenta de que se trata de una situación de esclavitud y no de un matrimonio convencional, pero la custodia de los dos hijos que nacieron durante la esclavitud de Mani es concedida al amo al carecer ésta de ingresos. "Desde este momento elevamos nuestra demanda al ECOWAS", señaló Weila.
Así, cuando el primer juez declaró la libertad de Mani y la inexistencia del vínculo conyugal con su amo, Mani se casó. Pero mientras, el amo de Mani recurría la sentencia de su libertad y de la inexistencia vínculo conyugal y presentaba un recurso para que le devolvieran a su esclava, a la vez que se entera de que se ha casado. Antes de que se falle este recurso, su amo presenta una demanda por bigamia ante otro tribunal de una ciudad vecina.
Anteriormente de que se produjera el fallo de la demanda por bigamia, se falló el recurso de apelación que dio la razón a su amo y reconoció que, efectivamente, Hadijatou era su mujer y que tenía que volver con él, lo que suponía la legalización de hecho de la esclavitud de Hadijatou, a pesar de que en Níger está legalmente derogada esta práctica.
"En la vista por bigamia se reconoce, por tanto, que era bígama y es condenada a seis meses de prisión, por lo que va directamente a la cárcel, donde pasa más de dos meses embarazada", manifestó Weila. Fue liberada en septiembre de 2007, y su hija nació un mes después.
"Sólo en su comarca hemos podido liberar a 42 mujeres, aunque hay miles de mujeres en esta situación, no podemos tener cifras exactas, porque las hijas de los esclavos son vendidas y las llevan normalmente a Nigeria, donde se pierden sus huellas", añadió.
Mani también manifestó su intención de que, cuando cobre la indemnización, se contruirá una casa "al lado de su casa materna, comprará ganado y terrenos que pueda dejar en herencia a sus hijos, e intentará recuperar la custodia de sus otros hijos".
