Actualizado 01/10/2009 10:43

Más de 60 países piden a la ONU que proteja a víctimas de violaciones en zonas de conflicto

mujer africana
GEISA


NUEVA YORK, 1 Oct. (Reuters/EP) -

Más de 60 países, con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, a la cabeza, pidieron este miércoles a Naciones Unidas que designe un enviado especial para combatir la violación de mujeres de niños en zonas de conflicto y promueva la persecución de los autores de este tipo de delitos.

El Consejo de Seguridad de la ONU, cuya presidencia de turno ocupa Estados Unidos, aprobó por unanimidad una resolución que condena la violencia sexual durante las guerras y reclama que los autores de estos abusos no queden impunes.

"Pese a que las mujeres y los niños no suelen ser responsables del inicio de conflictos armados, a menudo son las víctimas más vulnerables y abusadas", afirmó Clinton, quien precisamente se reunió con mujeres víctimas de violación durante su reciente visita a la República Democrática del Congo. La jefa de la Diplomacia norteamericana lamentó que la violencia sexual no sólo provoca daños en un individuo o una familia, sino que implica a todos "como seres humanos".

Más de medio millón de mujeres fueron violadas en el genocidio ocurrido en 1994 en Ruanda, otras 60.000 sufrieron ataques en las guerras de Croacia y Bosnia. Además, según Naciones Unidas, cientos de miles de mujeres congoleñas han sido violadas durante el largo conflicto armado en el país africano.

Además, el Consejo reclamó al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que designe a un enviado y un equipo de expertos que trabajen con los distintos gobiernos para reforzar el Estado de Derecho y perseguir las agresiones sexuales contra mujeres y niños. El propio Ban reconoció la "brutalidad" con que se produce este tipo de violencia, en la que sus autores generalmente gozan de "impunidad".

Por su parte, la ONG Human Rights Watch lamentó, a través de su abogada Marianne Mollham, el tiempo perdido por parte de Naciones Unidas. "Mientras la ONU lleva años debatiendo, miles de chicas y mujeres anónimas alrededor del mundo han visto cómo perdían sus cuerpos y sus vidas", indicó. Ahora, Mollham confía en que Naciones Unidas actúe con "rapidez" y "coherencia".