Actualizado 26/07/2010 13:49

El Tribunal de Camboya condena a 35 años de cárcel al director del centro de exterminio S-21

Kaing Guek Eav
Reuters

'Duch', acusado de la muerte de 14.000 personas, es el primer dirigente condenado por los crímenes de los Jemeres Rojos


PHNOM PENH, 26 Jul. (Reuters/EP) -

El tribunal internacional de Camboya condenó este lunes a 35 años de cárcel a Kaing Guek Eav, más conocido como 'Duch', por su responsabilidad en la muerte de al menos 14.000 personas en su calidad de director del centro de detención, interrogatorio, tortura y exterminio de Tuol Sleng, más conocido como S-21.

'Duch' es el primero de los dirigentes de los Jemeres Rojos que ha sido condenado por el tribunal internacional que juzga los crímenes de genocidio cometidos por los Jemeres Rojos en Camboya. Entre 1975 y 1979, el régimen de la llamada Kampuchea Democrática, liderado por Saloth Sar (alias Pol Pot, fallecido en 1998), causó la muerte de alrededor de 1,7 millones de personas.

El Tribunal de Camboya --nombre oficial de esta instancia mixta, consituida por representantes camboyanos y por miembros de la ONU-- ha declarado a 'Duch', de 67 años, culpable de los cargos de asesinato, tortura y crímenes contra la Humanidad por su pasado como director de la prisión de Tuol Sleng, uno de los símbolos de la represión del régimen.

El fiscal había pedido para el acusado la pena de 40 años de cárcel y algunas de las víctimas habían reclamado la cadena perpetua, pero finalmente el tribunal dictó una pena de 35 años por circunstancias "atenuantes". En todo caso, 'Duch' sólo tendrá que cumplir 30 años, ya que el tribunal considera que el Ejército camboyano lo mantuvo ilegalmente entre rejas entre 1999 y 2007.

14.000 MUERTOS

El veredicto, que 'Duch' escuchó sin mostrar ningún rastro de emoción, considera que al menos 12.273 personas murieron en la prisión de Tuol Sleng, un antiguo insitituto de Phnom Penh reconvertido en el centro de detención S-21, pero admite que la cantidad podría ascender a 14.000.

"La sala considera que hay suficientes factores atenuantes como para imponer una pena de prisión con plazo definido antes que una cadena perpetua", declaró el presidente del tribunal. Entre esos factores atenuantes citó la colaboración de 'Duch' con el tribunal y sus muestras de arrepentimiento.

'Duch', antiguo profesor de matemáticas y guerrillero durante la guerra que enfrentó a los Jemeres Rojos con el régimen republicano de Lon Nol entre 1970 y 1975, se ha reconvertido recientemente al Cristianismo y hasta la fecha ha sido el único dirigente del régimen que ha reconocido sus crímenes, hasta el punto de expresar su "atroz remordimiento" por las víctimas del S-21. 'Duch' fue detenido en 1999 en el norte de Camboya gracias a las revelaciones de un periodista.

El S-21 había sido diseñado por el propio 'Duch', que dirigió el centro desde su fundación, en abril de 1975, hasta enero de 1979, cuando el país fue invadido por las tropas vietnamitas. Se estima que por el centro pasaron hasta 14.000 personas --incluidos alrededor de 2.000 niños--, de las que sólo sobrevivieron doce, cinco de ellos menores de edad. La mayoría de las víctimas fueron torturadas y obligadas a confesar antes de ser trasladadas a los centros de ejecución, los llamados 'Campos de la Muerte' (los 'Killing Fields') de Choeung Ek, a las afueras de Phnom Penh.

EL RESTO DE CASOS

El caso de 'Duch' es apenas un primer paso en el proceso de reparación prometida a los camboyanos. Otros casos más controvertidos y politizados son los de cuatro altos mandos del régimen cuyo proceso será más complejo. Se trata del ex presidente Khieu Samphan, del 'Hermano Número Dos' Nuon Chea, del ex ministro de Asuntos Exteriores Ieng Sary y de la esposa de éste, Ieng Thirith.

El principal problema, a juicio de los expertos, es el propio Gobierno de Camboya, que nunca ha apoyado la labor del tribunal internacional y que mantiene vínculos históricos con los Jemeres Rojos. Aparte, muchos antiguos miembros de los Jemeres Rojos están actualmente integrados en las instituciones civiles y ocupan importantes cargos en los gobiernos central y provinciales.

El propio primer ministro, Hun Sen, que perteneció en su momento a los Jemeres Rojos en calidad de soldado raso, ha advertido de que el país podría hundirse en una guerra civil si continúan las investigaciones sobre el régimen de Pol Pot.

El ministro de Hacienda, Keat Chhon, también ha reconocido su antigua pertenencia a los Jemeres Rojos, concretamente como intérprete del mismísimo Pol Pot, y el ministro de Asuntos Exteriores, Hor Namhong, ha sido acusado de haber mantenido vínculos con los Jemeres Rojos e incluso de haber dirigido un centro de detención. El ministro ha rechazado estas acusaciones.