Actualizado 07/07/2009 19:17

Aumentan los civiles que huyen de Mogadiscio mientras MSF se ve obligada a cerrar sus clínicas en la capital

MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

Cada vez un mayor número de desplazados internos huye del enfrentamiento en la capital somalí, Mogadiscio, hacia la ciudad costera de Kismayo, en el sur del país, y hacia Afgooye y Jowhar, según informan fuentes locales y la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), que señalan que en estas zonas las condiciones para los miles de desplazados que ya viven allí son duras y se deterioran rápidamente.

"Hay cerca de 29.000 desplazados en Kismayo y estamos viviendo en condiciones muy malas, nadie nos está ayudando", afirmó un anciano en uno de los campamentos, Mahamud Ali, a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

"La última vez que nos dieron asistencia fue el pasado mes de abril, la gente está en situación desesperada", añadió, y aseguró que no hay agencias humanitarias operando en la ciudad. El grupo islámico Al Shabab se hizo con el control de la ciudad en agosto de 2008.

El Programa Mundial de Alimentos (PAM) manifestó a IRIN que distribuyó 321 toneladas de alimentos para 36.000 desplazados hace seis meses, pero después de las muertes de cuatro de sus empleados a principios de este año, la organización aún está pidiendo a las autoridades ciertos compromisos para la seguridad antes de reanudar las operaciones.

Los desplazados que se refugian en Kismayo pueden dividirse en dos categorías: los que han huido de la reciente oleada de enfrentamientos en Mogadiscio y los que huyeron de la capital después de la violencia de 1992, según Ali. En los dos últimos meses, más de 6.000 familias se han asentado en la ciudad.

Desde que comenzara el enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales somalíes y los insurgentes islamistas hace dos meses, más de 200.000 somalíes han tenido que abandonar sus hogares, de acuerdo con la ONU. El vicepresidente de la Organización para los Derechos Humanos Elman, Ali Sheij Yasin, manifestó hoy a IRIN que 542 personas han muerto y 2.137 han resultado heridas desde el 7 de mayo, y que la mayor parte son mujeres y niños. Yasin señaló que estas cifras sólo son "las que la organización ha podido verificar".

Mientras, Ali señala que los campamentos en Kismayo están superpoblados y casi no hay servicios sanitarios. "En ocasiones, 500 personas están obligadas a compartir una sola letrina, y ahora ees muy común ver a los niños utilizando espacios al aire libre como servicios porque no tienen otra opción", aseguró.

Ali también indicó que muchos niños y ancianos tienen signos visibles de malnutrición. En el pasado, muchos desplazados encontraban trabajo en la ciudad para completar las distribuciones de ayuda, pero "ahora no hay nada".

MSF CIERRA LOS CENTROS EN MOGADISCIO

Mientras, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) informó hoy de que el recrudecimiento de los combates en Mogadiscio ha provocado que los habitantes de los distritos del norte de la capital hayan huido de sus hogares. "Durante la última semana, los tres centros de salud y el hospital pediátrico que gestiona MSF en el norte de Mogadiscio han tenido que cerrar sus puertas debido a los combates, y el personal de la organización, al igual que el resto de la población, ha tenido que huir para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, algo que no había sucedido en los más de 17 años que MSF lleva trabajando en Mogadiscio", señala la organización en un comunicado.

"Alrededor de 200.000 personas han tenido que huir durante los dos últimos meses en dirección a Afgooye y Jowhar, todo el mundo está aterrorizado y en los últimos 15 días el número de víctimas mortales y de heridos ha aumentado drásticamente", señaló desde Nairobi la coordinadora general de MSF en Somalia, Mónica Camacho.

"Resulta imposible poder prestar asistencia médica y humanitaria a aquellos que la necesitan", añadió. En la ruta que lleva hacia Afgooye, al oeste de Mogadiscio, medio millón de personas están viviendo en refugios temporales hechos con palos y telas de plástico, el acceso a la salud es enormemente limitado y la falta de agua potable y de comida hace que la situación sea desesperada, afirma la organización.

TOMADOS POR HOMBRES ARMADOS

"Algunos de los centros médicos han sido tomados por hombres armados, todos los pacientes que estaban siendo tratados hasta hace dos semanas en las estructuras de MSF han huido o han tenido que ser evacuados", según el responsable de operaciones de MSF en Somalia, Alfonso Verdú. "Muchos han tenido que interrumpir su tratamiento, lo cual es verdaderamente preocupante, en la zona norte de Mogadiscio ya no queda prácticamente nadie por las calles", añadió.

A pesar de los incidentes que la organización ha sufrido en los tres últimos meses --desde el secuestro de dos de sus miembros hasta la muerte de otro debido a una explosión--, MSF manifiesta su voluntad de permanecer en este país. "A pesar de todo lo ocurrido, queremos seguir trabajando en el país, las necesidades son inmensas y las principales víctimas del conflicto son los civiles", señaló Verdú.

"La población está atrapada, abandonada a su suerte, y esto es algo que se puede comprobar en nuestro hospital en Daynile, en el oeste de Mogadiscio, donde la mitad de nuestros pacientes son mujeres y niños", añadió. "Pedimos una vez más a todas las partes del conflicto que respeten la integridad de los civiles y garanticen el espacio humanitario necesario para tratar a los heridos", pidió.