Actualizado 31/03/2008 19:23

Narbona reitera telefónicamente al consejero de Medio Ambiente su rechazo al trasvase del Segre y da por zanjado el tema

MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Medio Ambiente en funciones, Cristina Narbona, reiteró hoy, en conversación telefónica con consejero de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña, Francesc Baltasar, el rechazo del Gobierno a un trasvase desde el río Segre a la cuenca del Llobregat, y solicitó al Ejecutivo catalán que estudie otras alternativas, como la compra de derechos de agua a los agricultores. De esta forma, la ministra da por zanjada esta polémica, según informaron hoy a Europa Press fuentes de este Departamento.

En una breve conversación con el consejero, a última hora de la mañana, la todavía titular de Medio Ambiente reiteró el rechazo del Gobierno a una trasferencia de agua desde un afluente del Ebro, perteneciente a la cuenca que gestiona el Ministerio, hasta el Llobregat, en las cuencas internas de Cataluña, de las que es competente la Generalitat.

Narbona daba así traslado al consejero lo que ya adelantó la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el pasado viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: que no habrá trasvase desde el Ebro, incluyendo esta negativa realizarlo desde uno de sus afluentes, el Segre. Asimismo, recalcó que esta postura no supone ninguna ambigüedad por parte del Gobierno.

En todo caso, también trasladó a la Generalitat que el Gobierno es consciente y solidario con la necesidad de abastecimiento en la ciudad de Barcelona hasta que terminen de construirse las dos desaladoras proyectadas en la región. En la misma línea, la ministra indicó al consejero que es igualmente consciente de que el agua trasladada en barco desde la desaladora de Carboneras, en Almería, no es suficiente para abastecer a Barcelona.

Por ello, solicitó al Gobierno catalán que estudie otras alternativas para garantizar el suministro de agua al área metropolitana, entre ellas, le sugirió que analice la posible compra de derechos de agua a los agricultores, como ya se hace en otras regiones españolas, con el objetivo de garantizar el suministro.

Así, la conversación, según las mismas fuentes, no fue una discusión sino el traslado de la posición del Gobierno, que ya descarta reabrir el debate sobre el asunto concreto del trasvase desde el Segre, aunque está abierto a seguir conversando con la Generalitat sobre otras posibles alternativas, como la mencionada.