Actualizado 14/09/2007 15:05

La OMS y otros organismos internacionales piden mejorar la asistencia psicológica y social en zonas de conflicto


MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos humanitarios internacionales, como UNICEF, ACNUR, Cruz Roja o Save The Children, presentaron hoy una serie de directrices para atender y mejorar la asistencia psicológica y social en zonas de conflicto, bajo el nombre de 'Directrices del Comité Permanente entre Organismos (IASC) sobre Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Situaciones de Emergencia'.

A través de dicha iniciativa, insistieron en la responsabilidad de todos los organismos y trabajadores humanitarios --más allá de psiquiatras y psicólogos--, y advirtieron de que los recientes conflictos y desastres naturales registrados en el Afganistán, Indonesia, Sri Lanka y el Sudán, entre otros, acarrean un sufrimiento psicológico y social sustancial a corto plazo, que si no se aborda adecuadamente "puede dar lugar a trastornos mentales y problemas psicosociales a largo plazo, que a su vez pueden poner en peligro la paz, los derechos humanos de las personas y el desarrollo".

Según han analizado, cuando las comunidades y los servicios prestan protección y apoyo, la mayoría de los individuos demuestran "una notable capacidad de recuperación". Aunque esto pueda ser obvio, consideran que se necesita un enfoque "coherente y sistemático" que pueda aplicarse en las grandes emergencias, informaron en un comunicado.

Las directrices han sido publicadas por el IASC, un comité que se ocupa de la política humanitaria a nivel mundial y que está integrado por organismos de las Naciones Unidas y otros organismos intergubernamentales, Cruz Roja y de la Media Luna Roja y consorcios de ONG.

De este modo, se centran especialmente en las intervenciones y el apoyo social, resaltando la importancia de aprovechar los recursos locales, como profesores, trabajadores sanitarios, curanderos y grupos de mujeres, para fomentar el bienestar psicosocial.

Además, destacan la protección ofrecida y la atención dispensada a las personas con trastornos mentales graves, sobre todo con trastornos causados por traumas graves, así como el acceso a primeros auxilios psicológicos en los casos de sufrimiento agudo. Las poblaciones afectadas pueden verse abrumadas por las personas llegadas de fuera, y en algunos casos la contribución local a la salud mental y el apoyo psicosocial se ve fácilmente marginada o socavada.

Según explicó la coordinadora interina del Consejo Internacional de Entidades Benéficas, Manisha Thomas, estas directrices deben "trasladarse de la teoría a la práctica sobre el terreno", de modo que las personas afectadas por los desastres y los conflictos se beneficien del trabajo realizado con ellas, y las ONG "pueden desempeñar un importante papel en ese sentido".