Actualizado 19/04/2012 13:37

"El reto de las microfinanzas en África". Por María Luque, directora ejecutiva de FinancIEros Sin Fronteras

María Luque, Directora Ejecutiva De Financieros Sin Fronteras
IE

Las microfinanzas son un instrumento que, bajo las condiciones adecuadas, se adapta a las necesidades de una amplia gama de la población no solo mejorando su seguridad económica, sino también influyendo en su alimentación, vivienda, salud, educación, autoestima, etc. causando un impacto significativo en su calidad de vida.

A pesar de que en las últimas décadas el sector ha atraído una enorme atención y el apoyo de organizaciones de desarrollo en todo el mundo, y que la ONU declaró el año 2005 como el año internacional del microcrédito, refiriéndose a las microfinanzas como "una herramienta clave que podría ser utilizada para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio", sus tasas de penetración son aún pequeñas, especialmente en África, región donde su impacto en la vida de los más pobres y en el desarrollo de las economías locales podría ser mayor, no sólo por el importante papel que juega la mujer, principal beneficiario de este tipo de servicios financieros, sino también por el hecho de que las microempresas aportan alrededor de un 30-40% al PIB.

En África, el sector microfinanciero es tan diverso como el propio continente, con una gran variedad de proveedores de estos servicios financieros que atienden a las personas de bajos ingresos. El despegue del sector ha tenido lugar en los últimos 10 años, pasando básicamente de sistemas grupales tradicionales a financiación especializada gracias al desarrollo de modelos experimentales, especialmente por parte de organizaciones internacionales. Esto hace que su desarrollo este concentrado en ciertos mercados y en instituciones específicas, y que en general sus tasas de penetración sean todavía muy pequeñas, llegando solo al 12% de la población muy pobre.

Aunque el Banco Mundial estima que en 2012 las tasas de crecimiento serán entre 5.1 y 5.4%, el sector se enfrenta a retos tanto a nivel de las propias instituciones, débiles en capacidad institucional y gestión financiera, como al nivel del marco regulatorio y supervisión. Además, esta debilidad se agrava al considerar la falta de suficientes servicios de apoyo, cuya calidad varia mucho incluso dentro de un mismo país y los altos costes operativos que hacen necesarias las economías de escala.

Todo esto impide que la industria alcance su pleno potencial y que solo un tercio de las instituciones microfinancieras (IMFs) en África puedan calificarse de ser relativamente eficientes.

Afortunadamente las oportunidades en África son numerosas y prometedoras. Por un lado, hay un gran incremento no sólo en los flujos públicos de financiación transfronterizos (un 75% de los compromisos externos con África, MixMarket) sino de financiación privada también. Esta última esta creciendo rápidamente gracias al apoyo de inversores individuales e institucionales y está centrando sus esfuerzos en capacitación integral para las IMFs. Por otro lado, existe un gran interés en aumentar la transparencia, la protección al cliente y en el desarrollo de nuevas tecnologías.

Financieros sin Fronteras ('www.fsf-ngo.org') es una asociación sin ánimo de lucro que surge dentro de IE Business School, de la mano de profesores y alumnos, como respuesta a esta necesidad de fortalecimiento del sector microfinanciero, y que aporta el conocimiento de los expertos, el potencial creativo de los alumnos y la experiencia profesional del claustro de IE al servicio de las IMFs.

Los alumnos de los Masters in Finance de IE ofrecen, como parte de sus proyectos final, un asesoramiento personalizado a instituciones microfinancieras con el fin de ayudar a mejorar su desempeño financiero y operacional, alcanzar la sostenibilidad y poder ser consideradas elegibles por fuentes de financiación internacionales.

Los participantes viajan a Ghana, país donde de momento se centran sus actividades, para reunirse con representantes de las organizaciones sectoriales más importantes del país y el personal y los clientes de las instituciones, con el fin de adaptar su asesoramiento a las necesidades y capacidades actuales de las IMFs.