Publicado 23/08/2019 11:09

Las urgencias del Hospital de Poniente de El Ejido (Almería) realiza más de 109.000 atenciones este año

Urgencias en el Hospital de Poniente de El Ejido (Almería)
Urgencias en el Hospital de Poniente de El Ejido (Almería) - JUNTA DE ANDALUCÍA

ALMERÍA, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los profesionales del Servicio de Urgencias del Hospital de Poniente han realizado en lo que va de 2019 un total de 109.360 asistencias, de modo que la actividad de este servicio, que presta cobertura a una población de más de 260.000 personas, se ha incrementado de forma progresiva en los últimos años, hasta alcanzar actualmente una media de 473 pacientes atendidos al día.

El director del Servicio de Urgencias, Salvador Maroto, ha explicado en una nota que "la afluencia es mucho más alta en el periodo invernal, debido sobre todo a la mayor incidencia en esta época de patología infecciosa respiratoria, aunque el incremento de pacientes atendidos es constante en todos los meses con respecto a otros años".

Maroto ha señala que "la organización interna del servicio es vital para poder dar respuesta a una demanda asistencial que en los días de mayor afluencia puede alcanzar los 50 o 60 pacientes a la hora". "Para ello disponemos de diferentes áreas y circuitos asistenciales, en las que atender a cada paciente según su condición clínica y sobre todo, su nivel de gravedad", ha apuntado.

El Área de Urgencias del Hospital de Poniente se divide en cuatro áreas principales: admisión, clasificación, consultas/críticos y observación, con zonas diferenciadas de camas y sillones.

Cuando un paciente llega a Urgencias, el primer contacto es con el área de admisión, donde se realiza toda la labor administrativa de filiación, apertura de historia e identificación del paciente. Este paso hace posible que el resto de profesionales puedan trabajar sobre la historia del paciente, que está totalmente informatizada.

El paciente pasa a la sala de espera de clasificación. En esta consulta de triaje se asigna a cada paciente un nivel de prioridad, según su gravedad y estado clínico. Para ello, las Urgencias del Hospital de Poniente disponen de dos consultas de clasificación, atendidas por profesionales de enfermería, que se encargan de hacer una primera evaluación rápida del paciente, averiguar el motivo de consulta y objetivar signos clínicos y constantes, que puedan hacer cambiar la prioridad con la que deba ser atendido el paciente. Existen cinco prioridades estandarizadas, ordenadas de más a menos gravedad.

CIRCUITOS ASISTENCIALES

Una vez clasificados los pacientes pueden ocurrir dos circunstancias: que requieran atención inmediata o bien que su situación permita la espera y tengan que pasar a una de las salas de espera de cada circuito asistencial para ser atendidos.

Los pacientes que acuden en una situación de mayor gravedad y que requieren una atención inmediata --prioridad 1 y alguna prioridad 2-- pasan directamente al circuito de críticos, donde se realizará la atención a cargo del equipo correspondiente. Estos pacientes no esperan a ser atendidos, ya que su situación clínica es muy comprometida y el tiempo que transcurra puede condicionar un empeoramiento de su situación vital. Por ello pasan por delante de cualquier otro paciente que pudiese estar esperando previamente.

Los pacientes menores de 14 años son atendidos en el circuito pediátrico, diferenciado del resto de pacientes y donde se permite que puedan contar con la compañía de hasta dos familiares. En el caso de los pacientes adultos que han sido clasificados con prioridad 2, los de prioridad 3 y algunos de prioridad 4, pasan al circuito de atención polivalente.

Los pacientes que acuden a urgencias con motivos menos prioritarios por menor gravedad clínica, no precisar pruebas complementarias ni tratamientos complejos, y que podrían ser atendidos en otros puntos de urgencias externos al hospital, son asignados al circuito de atención básica, al que van algunos pacientes con prioridad 4 y todos los de prioridad 5. En este caso, pasan a una sala de espera aparte y son atendidos posteriormente en la consulta específica.

SEGUIMIENTO EN LA ATENCIÓN

Una vez realizada la atención oportuna, pueden producirse diferentes escenarios: recibir el alta hospitalaria tras haber realizado las pruebas y tratamientos oportunos; ser ingresado en planta o trasladado a otro centro hospitalario; o que requiera más observación y tratamiento para establecer un diagnóstico y controlar su situación. En este último caso, son atendidos en las salas de observación, de las que se disponen tres: pediátrica, de camas y de sillones.

La observación pediátrica está destinada pacientes menores de 14 años que precisan de la realización de pruebas diagnósticas o de vigilancia hasta determinar si deben ser ingresados o marcharse de alta. Cada paciente pediátrico puede estar acompañado de dos familiares.

La observación de camas está destinada a pacientes que por su situación clínica o por ser personas dependientes que requieren de un especial cuidado, necesiten una monitorización y vigilancia constantes. Junto a ella, la sala de Observación de Sillones es ocupada por aquellos pacientes que requieren igualmente continuar el estudio de su patología, pero que no necesitan una monitorización constante y pueden valerse por sí mismos.

El director del Servicio de Urgencias ha subrayado que "el buen uso de cada una de estas salas de Observación nos permite ofrecer la mejor atención a cada paciente según su situación clínica y optimizar los recursos en situaciones de mayor demanda asistencial".

HUMANIZACIÓN: 'PROYECTO ININUR'

El Servicio de Urgencias del Hospital de Poniente compatibiliza la atención de la demanda asistencial con la puesta en práctica de un plan para la humanización de la atención. Se trata del 'Proyecto Ininur', una iniciativa surgida de los propios profesionales, que busca potenciar la calidad en el trato, la empatía, la información ofrecida a los pacientes y sus familiares, así como la protección de su intimidad y la confidencialidad de la información relativa a sus tratamientos y problemas de salud

Para su puesta en marcha se ha realizado primero una evaluación de las mejoras funcionales y físicas a realizar dentro del servicio. Igualmente, se está elaborando un protocolo para regular la transmisión de información y se está están desarrollando diferentes acciones formativas para los profesionales. Se ha elaborado cartelería orientada a recordar a los usuarios y a los propios profesionales la necesidad de respetar la intimidad de los pacientes.

Finalmente, se han llevado a cabo una serie de pequeñas modificaciones en la estructura física de los diferentes circuitos asistenciales, para garantizar aspectos como el cierre de las puertas y el establecimiento de controles de acceso, la instalación de pilotos luminosos, cortinas en la zona de camas, timbres de llamada, circuitos restringidos de circulación, control de luces y ruidos, elementos de confort que minimicen las interrupciones del sueño o controles al acceso de los familiares.