BILBAO 4 May. (EUROPA PRESS) -
La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, afirmó hoy que, tras meses de apertura de la causa abierta contra el lehendakari, Juan José Ibarretxe, por reunirse con Batasuna, no cree que haya "bases más sólidas" ni "mayores pruebas" para concluir que incurrió en un delito de desobediencia.
En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, no quiso "especular" sobre cómo puede concluir la causa abierta e indicó que lo único que se debe hacer es una "valoración lo más objetiva y serena posible a la vista de las circunstancias".
En este sentido, Azkarate no cree que, "a día de hoy", existan "mayores pruebas" de la existencia de un delito de desobediencia y ello "después de meses de practicar instrucciones", así como de distintas declaraciones ante el TSJPV.
"No creo que haya bases más sólidas hoy para pensar que ha habido un delito de desobediencia. La prueba recae sobre quien está acusando de que ha habido un delito de desobediencia porque, en principio, todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario", agregó.
La portavoz del Gobierno y consejera de Cultura calificó de "inconcebible" que se pueda pensar "por reunirte con alguien para intentar resolver los problemas de un país, hay un delito de desobediencia". A su juicio, ni la sociedad, "ni en Europa mucha gente las entiende".
FORO ERMUA
Por otra parte, afirmó no tener noticias de la querella del Foro Ermua contra ella por afirmar que los miembros de este colectivo y de Dignidad y Justicia realizaban una contramanifestación el día que fue agredido Antonio Aguirre durante la concentración de apoyo al lehendakari que se celebró en Bilbao con motivo de su segunda declaración ante el TSJPV.
Preguntado por qué el Gobierno vasco inicialmente no condenó la agresión, explicó que el Ejecutivo vasco lo que manifestó es que "no tenía constancia" de lo que había sucedido y que se pronunciaría cuando la Ertzaintza concluyese sus diligencias.
En este sentido, indicó que, cuando finalizaron las diligencias y hubo un informe, "sin esperar" a la rueda de prensa del Consejo de Gobierno del siguiente martes, el Ejecutivo vasco, a través de una nota, rechazó la agresión y manifestó su disconformidad con este tipo de conductas. "Por lo tanto, el Gobierno actuó, primero, con prudencia, esperó a tener los informes que necesitaba y a continuación se pronunció", añadió.