BILBAO, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Vasca de Meteorología, Euskalmet, ha calificado marzo como un mes normal en términos generales, si bien se han producido contrastes dependiendo de las distintas zonas de Euskadi. Así, el tiempo ha sido húmedo, con precipitaciones ligeramente superiores a lo normal en el litoral y la zona montañosa entre Álava y Gipuzkoa, y seco en los valles cantábricos y la Rioja Alavesa.
Según Euskalmet, las temperaturas medias de marzo han sido muy cálidas. De hecho, en la costa se situaron entre los 11-13 ºgrados, mientas que en la Llanada Alavesa rondaron los 9 grados, aproximadamente 1,4 grados por encima del promedio normal 1991-2020. En relación a lo que llevamos de siglo este registro se encuentra en el quinto puesto, lejos de años como el 2023 o el 2003.
Estas temperaturas estuvieron acompañadas de una insolación desigual a lo largo del territorio, deficitaria en el litoral, pero con superávit en el interior. En las comarcas costeras el número de horas de sol fue un 10% inferior al promedio climatológico, mientras que en comarcas como la Llanada Alavesa resultó ser superior hasta en un 16%. Por capitales, Bilbao registró 124 horas de sol, San Sebastian 127 y Vitoria-Gasteiz 171.
En cuanto al capítulo de precipitaciones, los valores más altos se concentraron en el nordeste de Gipuzkoa, límite con Navarra, rondando los 200 l/m2 (Eskas 222,5, Añarbe 194,8, Oiartzun 183,8, Behobia 170,4).
Marzo también se caracterizó por la influencia del viento, destacando las rachas huracanadas registradas durante la noche del día 8 y la madrugada del 9 en Orduña (126,3 km/h el día 8 y 123,5 km/h el día 9) y otras que rondaron los 90-100 km/h en zonas no expuestas de Gipuzkoa (Zizurkil 102 km/h el día 8 y 98,8 km/h el día 9 y Bidania 91,7 km/h el día 9). También se registraron rachas en torno a los 80-90 km/h en otras zonas no expuestas, especialmente de Álava.
En cuanto al capítulo de meteorología adversa, el Gobierno Vasco activó a lo largo del mes de marzo 32 avisos amarillos relacionados con el mal estado de la mar y con vientos intensos. Parte de los mismos estuvieron asociados al desarrollo de dos borrascas de gran impacto: Mónica a partir del día 9 y Nelson a partir del día 26.
