Homenaje en Artxanda (Bilbao) a los gudaris y milicianos que lucharon contra el franquismo en la Guerra Civil - EUROPA PRESS
BILBAO, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El director de Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Alberto Alonso, ha apelado a la memoria como una advertencia "ante la proliferación de los mensajes de odio, de división, de exclusión del diferente" en un momento en el que, además, "la guerra vuelve a proyectar una sombra oscura" sobre la sociedad.
Así se ha pronunciado Alonso este domingo en el acto de homenaje a los gudaris y milicianos que lucharon contra el franquismo en la Guerra Civil, que se ha realizado un año más frente a la escultura 'Aterpe 1936-La Huella' y en la que han participado también el Ayuntamiento de Bilbao, asociaciones y fundaciones históricas, y grupos memorialistas vascos.
A la cita han asistido además el lehendakari, Imanol Pradales, así como los consejeros de Justicia y Derechos Humanos, Maria Jesús San José, de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, y de Economía, Trabajo y Hacienda, Mikel Torres, la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, y el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, junto a concejales de todos los partidos políticos con presencia en la corporación municipal.
Asimismo, han estado también presentes el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, las eurodiputada Idoia Mendia (PSE) y Oihane Agirregoitia (PNV), el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López, el burukide de la ejecutiva nacional de EAJ-PNV, Ion Gambra, la secretaria del Euzkadi Buru Batzar, Maitane Ipiñazar, y el presidente del BBB, Iñigo Ansola, entre otros.
"En este momento en el que la guerra vuelve a proyectar una sombra oscura sobre nuestros corazones", ha lamentado, "cuando volvemos a ver diariamente la muerte, la destrucción, el sufrimiento en tantos y tantos lugares del mundo".
Se ha referido así a la Guerra Civil como un periodo que "solo trajo dolor, sufrimiento y división. Una contienda que arrastró a nuestro pueblo a una de las mayores carnicerías de nuestra historia contemporánea".
Bajo su prisma, las personas que han recordado en esta jornada son "reflejo del dolor que pueden crear aquellas ideologías que pretenden imponer sus proyectos totalitarios por medio de la fuerza", por lo que, frente al monumento que se les dedica, ha reafirmado su "firme compromiso" con la defensa de los derechos humanos.
"Para renovar nuestra voluntad de trabajar diariamente en la construcción de una sociedad democrática basada en la paz, la libertad, la diversidad y la convivencia", ha señalado.
"DESTRUCCIÓN, MUERTE, CÁRCEL Y EXILIO"
A continuación, Sergio Esarte (PSE-EE) y Arantxa Burgoa, de CNT, han leído el manifiesto consensuado por las organizaciones históricas, en el que han denunciado "la guerra y no ensalzarla" para acusar "al fascismo" de imponerla "con todos los horrores que la caracterizan como son la destrucción y la muerte, sin olvidar la cárcel y el exilio".
"Venimos, cómo no, a renovar nuestra fidelidad a los ideales de quienes nos precedieron, el amor a la libertad, a la esperanza en un mundo mejor", han transmitido, para añadir que hacen suyos esos ideales. "Venimos también para decir al fascismo que se levantó aquí y en el mundo, y nunca desapareció, que tomamos con nuestras manos el testigo de aquellos que nos precedieron", han agregado.
Así, han asegurado que las personas homenajeadas "trabajaron por un pueblo y un mundo mejores" y que "sus herederos", en referencia a las asociaciones y grupos que han representado, toman su testigo. "No queremos guerras. No necesitamos guerras. Queremos y necesitamos la paz", han subrayado, para desear que "sea el recuerdo, la memoria, de los que lucharon en Artxanda y en toda Euskadi semilla para la paz".
El acto ha concluido con un aurresku de honor y la ofrenda floral al pie de la escultura 'Aterpe 1936-La Huella' que recuerda a los gudaris y milicianos que defendieron la democracia frente a la sublevación fascista.
Durante el homenaje, decenas de ciudadanos que se han acercado hasta el lugar, turistas curiosos y representantes de las asociaciones y grupos con ikurriñas, banderas republicanas y CNT, que han rodeado la escultura.