VITORIA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Contra la Tortura (TAT), denunció hoy en el Parlamento vasco que los malos tratos a los detenidos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FSE) son "una práctica sistemática", y pidió que se anule la incomunicación porque propicia la "impunidad" y la tortura. PSE y PP negaron la existencia de torturas generalizadas y afirmaron que buena parte de las denuncias responden a una estrategia para "deslegitimar el Estado de Derecho", mientras que el PNV coincidió en pedir el fin de la incomunicación.
El grupo contra la tortura compareció hoy ante la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco para informar sobre los casos de supuestos malos tratos ocurridos el pasado año. Uno de los comparecientes, Juan Carlos Yoldi, condenado por pertenencia a ETA en 1987, mantuvo un cruce de declaraciones con el parlamentario popular Carlos Urquijo, quien le reprochó su "falta de arrepentimiento" y rechazó su "legitimidad" para hablar sobre malos.
En respuesta a Urquijo, Yoldi aseguró no "renegar" de su pasado y destacó que ya cumplió la condena que se le impuso, por lo que reivindicó que está en posesión de todos sus derechos. Además, advirtió al parlamentario popular de que no es quién para cuestionar su "credibilidad", al tiempo que le acusó de tener una visión "'sui generis' del derecho.
MAS DE 40 DENUNCIAS
Antes de este intercambio de reproches, los portavoces del TAT aseguraron que el pasado año recibieron 42 denuncias por torturas y que se produjeron 71 detenciones en las que se aplicó el régimen de incomunicación, cuya supresión reclamaron por considerar que "la propia incomunicación es tortura".
Además, afirmaron que "la realidad de la tortura se practica sistemáticamente" en el Estado español, como así lo demuestran, a su juicio, los supuestos malos tratos denunciados por los presuntos miembros de ETA Igor Portu y Mattin Sarasola.
Por parte del PNV, Elixabete Piñol subrayó que el problema de la tortura "existe", como, en su opinión, así lo atestiguan los informes de organismos internacionales. "No podemos mirar hacia otro lado", reclamó, antes de recordar que la Cámara vasca ya aprobó una iniciativa para la supresión del régimen de incomunicación que deberá ser debatida en el Congreso de los Diputados.
"INSTRUCCIONES DE ETA"
La parlamentaria socialista Mertxe Agúndez destacó el compromiso de su partido en contra de la tortura, pero calificó de "tendencioso" el afirmar que se trata de una práctica generalizada en Euskadi. Además, recordó que la mayor parte de las denuncias recibidas por el TAT no llegan a presentarse ante los tribunales y subrayó que buena parte de ellas responden a las "instrucciones de ETA" de acusar a las FSE de malos tratos con el fin de "deslegitimar el Estado de Derecho y legitimar el terrorismo".
En similares términos se pronunció Urquijo, que denunció que la credibilidad del colectivo "es cero" y que el TAT "es un engranaje más en la estrategia de ETA para justificar los asesinatos de miembros de las Fueras de Seguridad del Estado para que sean más digeribles para su base social".
Por parte de EHAK, Itziar Basterrika coincidió con los comparecientes en que "hay que acabar con la impunidad" en esta materia y señaló que este año se está viviendo "una gran represión".
El parlamentario de EA Rafa Larreina destacó que hay que eliminar el régimen de incomunicación y que es necesario "poner coto a la impunidad".
La parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, apostó por avanzar en "la deslegitimación de la tortura" y lamentó la actitud del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al ofrecer "apoyo político" a la versión de la Guardia Civil respecto en el caso de Portu y Sarasola, a pesar de la existencia de una denuncia sobre supuestas torturas.