Ibarretxe dice que está "abierto al diálogo" y pide explicaciones a los que "siempre dicen no" a los principios básicos

Cree "paradójico" que "mientras el resto del mundo" dice que la consulta "es futuro", desde Madrid digan que es "el pasado gastado"

Europa Press País Vasco
Actualizado: jueves, 17 abril 2008 16:23

SAN SEBASTIAN, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, reiteró hoy que el Gobierno vasco está "abierto al diálogo" y "desea un acuerdo" por lo que está dispuesto a "escuchar y respetar la opinión de la sociedad vasca". En ese sentido, advirtió de que "aquellos que siempre dicen no" deberán explicar "por qué siempre se oponen a unos principios tan básicos"

Ibarretxe realizó estas afirmaciones en el transcurso de un acto institucional en el Palacio de la Diputación de Gipuzkoa para presentar los programas de participación ciudadana de la institución foral. En el mismo, al que acudieron numerosos representantes de la Diputación, ayuntamientos y la sociedad guipuzcoana, intervinieron también el diputado general, Markel Olano, el presidente de Eudel, Jokin Bildarratz, y el director de Baketik, Jonan Fernández.

En su intervención, el lehendakari calificó de "paradójico" que "mientras el resto del mundo nos dice que ése es el futuro, desde Madrid una y otra vez que ése es el pasado gastado". A su juicio, "ha llegado la hora de pararse a reflexionar y decir con el mejor talante que estamos abiertos al diálogo, que deseamos un acuerdo y que estamos dispuestos a escuchar y respetar la opinión de la sociedad vasca, la democracia no es solo contar votos es tenerlos en cuenta".

Ibarretxe aseguró que la propuesta política que presentó en el Parlamento vasco el pasado mes de septiembre "no es otra cosa que una metodología directa, clara, alejada de la especulación, sin esconder nada políticamente, que trata de combinar la acción política con la participación activa de la sociedad vasca".

"DOGMAS DE FE"

En esa línea, consideró que en ocasiones se aceptan "dogmas de fe que van en contra del sentido común y de las tendencias internacionales". Así, criticó que mientras el Consejo de Ministros del Consejo de Europa aboga por enriquecer el dialogo político con la ciudadanía, cuando se pasa "de las palabras a los hechos se nos dice que esta intención es ilegal, rupturista, aventurera y que no se puede discutir del asunto".

Asimismo, señaló que la participación ciudadana en la vida política "ha llegado para quedarse", al tiempo que remarcó que "si no somos capaces de integrar esta realidad en nuestro trabajo diario, todos, los responsables políticos también, nos pasará por encima".

Por ello, aseguró que "los que tratan de resistirse a esta ola de profundización democrática con argumentos tan endebles como los límites establecidos por la legalidad vigente, sin dar ninguna oportunidad al cambio, se sitúan al margen de una tendencia global que ya nadie cuestiona".

El lehendakari señaló que se siguen "escuchando cantos de sirena" sobre el fin de la política y el desinterés de la ciudadanía en los asuntos públicos pese a lo que mantuvo que "la realidad demuestra que la política con mayúsculas continúa teniendo pleno sentido en la era de la globalización". "Todo depende, eso sí, de las formas de relación con la ciudadanía", agregó.

"DEMOCRACIA ANESTESIADA"

En esa línea, advirtió de que, si se plantea una "democracia anestesiada basada en los impactos mediáticos" pero "recelosa de preguntar abiertamente la opinión social", la ciudadanía "se irá desinteresando por los asuntos públicos". Por el contrario, consideró que si las instituciones lideran "una nueva cultura de hacer política basada en el diálogo permanente con la ciudadanía" se responderá "adecuadamente a las demandas sociales".

"Oímos hablar mucho hoy de republicanismo cívico y ciudadanía pero, más allá de los titulares en campaña electoral permanente, estos conceptos quedan huecos si rechazamos situar a la persona en el centro de la actividad política", remarcó.

Ibarretxe manifestó que la ciudadanía vasca esta hoy "más interesada en formas directas, informales, flexibles y puntuales de participación", lo que obliga a los Gobiernos a "adoptar posiciones cada vez más abiertas y transparentes para lo que no siempre estamos preparados". "La desconfianza de los ciudadanos hacia la política refleja una mayor propensión a exigir cuentas a los poderes públicos", insistió.

A su juicio, la sociedad es "adulta" y hay que "tratarla como tal" por lo que advirtió de que, si los políticos no son capaces de "restablecer un contacto directo" con sus electores y de responder con "nuevas" formas de comunicación, "la legitimidad del sistema se irá erosionado". "Si nos creemos verdaderamente esta nueva forma de hacer política habremos sentado las bases de una democracia más profunda".

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