Medio Ambiente del Gobierno vasco destinó 306.000 euros en 2007 a erradicar plantas exóticas invasoras

Actualizado: lunes, 18 febrero 2008 17:59

BILBAO, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno Vasco destinó el pasado año 306.000 euros a erradicar plantas exóticas invasoras cuya proliferación en los últimos años "amenaza seriamente" el equilibrio de los ecosistemas del País Vasco.

En un comunicado, el Ejecutivo señaló que los ecosistemas más sensibles, como los humedales, son los más amenazados por este problema, de ahí que las actuaciones principales del Departamento se han centrado en las marismas de la Reserva de Biosfera de Urdaibai.

Para este ejercicio se prevé mantener un ritmo de inversión similar con objeto de continuar con los trabajos de recuperación de los ecosistemas invadidos.

En los últimos años, el Departamento de Medio Ambiente ha venido realizando diversos estudios para cartografiar e identificar los tratamientos más adecuados para erradicar este tipo de plantas, asegurando la protección del hábitat por donde se expanden.

Asimismo, se han realizado campañas divulgativas y de sensibilización en las zonas en las que se localizan con objeto de concienciar a la población para evitar su uso en jardinería ornamental, que suele ser la práctica a partir de la cual comienzan a colonizar espacios naturales.

El Ejecutivo precisó que se trata de una actuación que responde a los objetivos planteados en el Programa Marco Ambiental 2007-10, aprobado el pasado junio por el Gobierno Vasco, que establece entre sus máximas prioridades la preservación de la biodiversidad y entre otras medidas contempla la restauración de humedales y la lucha contra especies exóticas invasoras que amenazan el equilibrio ambiental de estos hábitat.

Las especies que más han proliferado en estos años son la Cortaderia selloana, conocida como la flor de la pampa, que es original de Sudamérica y la Baccharis halimifolia, un arbusto leñoso originario de la costa atlántica de América del Norte que aparece en suelos ocasionalmente cubiertos con agua salobre.

Entre los efectos observados en ambos casos, destaca el desplazamiento de las especies autóctonas. Su proliferación a medio y largo plazo podría acelerar el proceso de restricción del área inundada, y por lo tanto, la paulatina reducción la zona de marisma.

Este proceso gradual podría favorecer en mayor o menor medida la desaparición del estuario, por lo que, "además de actuar con rapidez para su erradicación es muy importante sensibilizar y concienciar a los colectivos implicados y a la ciudadanía en general respecto a esta problemática".