PNV espera que, aunque se agota el tiempo, la izquierda "radical" esté en elecciones y dice que no valen solo propuestas

Actualizado: martes, 6 marzo 2007 12:31

Urkullu ve en Zapatero una actitud "honesta" para terminar con ETA y denuncia una "dinámica de hostigamiento permanente" por parte de PP

BILBAO, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, afirmó hoy que, aunque se va "agotando el tiempo", su partido tiene la "esperanza" de que la "sensibilidad de la izquierda radical" puedan estar presente en las elecciones municipales y forales de mayo, pero advirtió de que "no basta con presentar propuestas ante la ciudadanía si no hay un planteamiento claro de personalidad propia" ante "la amenaza de ETA de condicionar la actividad política".

En una entrevista concedida a ETB, recogida por Europa Press, Urkullu indicó que, en estos momentos, "estamos apelando a que Batasuna tenga ya, de una vez por todas, su propia autonomía de funcionamiento y su propia personalidad".

"Tenemos un plazo temporal como son las próximas elecciones municipales y forales, pero aun cuando se va agotando el tiempo, tenemos la esperanza de que esa sensibilidad de la izquierda radical pueda estar presente en las elecciones, aunque no basta con presentar propuesta o pseudopropuestas ante la ciudadanía si no hay un planteamiento claro de personalidad propia ante alguien que pretende tutelar con el chantaje, la coaccion, la amenaza y la extorsión incluso una actividad política que solamente corresponde a quienes elige la sociedad", advirtió.

También se refirió a la propuesta autonomista que presentó la izquierda abertzale en Pamplona el pasado sábado y se mostró decepcionado. En ese sentido, recordó que tras el atentado de Barajas la primera intervención de Arnaldo Otegi "fue decir que iban a aportar nuevas iniciativas y nosotros advertimos de que de nada servirían las nuevas iniciativas si no había previamente un planteamiento claro a la justificación política de la práctica de la violencia".

Urkullu mostró su preocupación por lo que pueda ser "la pretensión o la necesidad que tiene una buena parte de Batasuna, buena parte de la base social de la izquierda radical, de intentar hacer política y querer hacer política, pero no saber desasirse de lo que es la amenaza de ETA de condicionar incluso lo que es la actividad política de esa sentibilidad ideológica".

En su opinión, la izquierda abertzale está "en una situación de necesidad de renuncia a una historia anterior" y, según apuntó, "puede haber miedo a la renuncia de esa historia anterior en la medida en que puedan ser juzgados como liquidacionistas o traidores a una causa".

Urkullu consideró que la izquierda "radical", sus portavoces y su base social "deben dejar de estar mirando siempre permanentemente a su pasado por el miedo a su propio pasado y deben de mirar al futuro, porque es lo que no solamente su base social, sino la sociedad, les exige, y el resto les exigimos también, para una normalización en la convivencia política".

RODRIGUEZ ZAPATERO

Por otro lado, Urkullu afirmó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene una actitud "honesta en cuanto a intentar terminar con una situación de violencia instalada en la sociedad vasca y española". En ese sentido, remarcó que hay "un propósito claro que, además, tiene enganche con la resolución del Congreso de los Diputados de mayo de 2005 para intentar un final dialogado de la violencia, siempre y cuando las condiciones se den para ello, y esto no esta más que en manos de ETA".

Sin embargo, criticó que hay "una dinámica de hostigamiento permanente por parte del PP, desde que perdiera las elecciones el 14 de marzo de 2004, y todo le vale al PP". "Lo triste -añadió- es que le valga también el intento de dar una solución a un clima que nunca debería haber existido ni en la sociedad vasca ni española, como es el de la partida de la violencia con una justificación política".

Urkullu, que no quiso entrar en valoraciones sobre si el proceso de pacificación está "roto, liquidado o finiquitado", afirmó que el proceso "necesita de nuevas bases de las que hasta el día del atentado de la terminal T4 contaba" y insistió en que "tiene que ser un proceso en el que haya un pronunciamiento claro de alto el fuego definitivo".